La política, la banca y la cultura, unidas en la presentación del último libro de Antonio Gala
"Tres conceptos que normalmente se presentan como dispares: la política, la banca y la cultura, se han unido hoy para presentar En propia mano. Creo con esto que el hacha de la guerra ha sido ya enterrada, y eso me parece muy bueno", dijo ayer el escritor Antonio Gala en el acto de presentación de En propia mano, una recopilación de los artículos publicados en EL PAÍS SEMANAL desde el 1 de febrero de 1981 hasta el 9 de enero de 1983, editados ahora por Espasa Calpe y presentados por Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno, en un multitudinario acto celebrado en los salones del Banco de Bilbao.
La presentación fue seguida por más de 2.000 personas que, en distintos salones equipados con circuito cerrado de televisión, abarrotaban el Banco de Bilbao. Entre los asistentes se encontraban representantes del mundo intelectual, político y financiero.Después de que el presidente de Espasa Calpe, Francisco Javier Aresti, hiciera una semblanza del autor y del presentador (este último resoplaría cómicamente repetidas veces ante la prolongada enumeración de sus actividades), Alfonso Guerra sacó la versión erudita y tierna de sí mismo para referirse a los escritos de Gala.
"Hace unos minutos", empezó, "he tenido la oportunidad de presentar las obras completas de Ortega en un acto que supone la restitución del pensamiento. Ahora el azar ha querido que intervenga en otro acto que significa la restitución de la sensibilidad. Y veo otra coincidencia más, porque si Ortega y Gasset llenaba los teatros para hablar de su entorno social, Gala acumula tal cariño que ha conseguido abarrotar estos enormes salones".
Antes de dar un ligero paseo por la vida y obra de Gala, Alfonso Guerra afirmó que el lector de finales del siglo XX busca su apoyo en una literatura de sosiego y placer, huyendo de la trascendencia y superficialidad. "Es una actitud que yo sigo cada día ante los circenses intentos de originalidad que sólo producen aburrimiento. Ha sido precisamente a través de un suplemento dominical, género paradigmático de la estructura informativa", prosiguió el vicepresidente, "donde hay que destacar el gusto por lo bien hecho de la publicación donde Antonio Gala ha sabido resistirse a la corriente social y ha conseguido arrancar corazones como los que de verdad saben asirse a la vida.
Guerra afirmó que cada artículo de Gala ofrece una reflexión en propia mano como cofre de amor, labores y esperanza "Gala tiene la magia de saber despertar el cariño de las muchedumbres. Conoce el mágico ensamblaje del contenido informativo con la belleza expresiva. Quiere conectar con los demás y domina el crédito porque tiene la bis popular de su Andalucía y la mía".
Ser recordado como Troilo
El conjunto de artículos es, además, para Guerra la bella historia de hoy contada por un filósofo, no ambicioso y muy supersticioso, que es también un hombre que conoce que hay precios que nunca se deben pagar. "Él quiere ser recordado corno Troilo, porque sabe que es la mejor forma de no morir y representa para todos nosotros aquello que se fue y no ha vuelto", concluyó antes de declamar un soneto de amor de Antonio Gala, el mismo que el escritor tenía pensado para cerrar el acto.El autor, que agradeció la semblanza que de él había hecho el vicepresidente, "quien es como ahora parece: generoso, delicado y entrañable", añadió, en honor de la institución que cedía sus locales, que con la banca ocurre igual que con los ogros de los cuentos, que siempre se les encuentra un lunar de ternura.
Como prueba de su amor hacia sus lectores, gran parte de ellos presentes en la sala, Gala cerró el acto leyendo una colección de sonetos, poemas de amor de un libro inédito, "porque es en la poesía donde yo más estoy y me siento", que despertaron numerosos aplausos entre los asistentes.
Babelia
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