La futura legalización del aborto en Irlanda, tarea casi imposible

El Parlamento de la República de Irlanda discutió ayer dos enmiendas a la Constitución que pretenden modificar la actual prohibición del aborto. Ninguna de ellas pretende despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo, sino todo lo contrario: cómo incluir un nuevo artículo en la Constitución que lo haga aún más difícil en el futuro.La enmienda propuesta por el Gobierno del primer ministro Garret Fitzgerald, una coalición formada por el Fine Gael y el Partido Laborista, fue derrotada ante la presentada por la oposición, que está redactada en términos más duros, si cabe, que la gubernamental. La derrota de Fitzgerald . fue posible porque varios de sus diputados se pasaron al Fianna Fail y votaron la enmienda del líder de la oposición, Charles Haughey. El Partido Laborista dio libertad de voto a sus parlamentarios. La derrota del Gobierno no implicará una crisis política, porque el deba te no estaba vinculado a la cuestión de confianza. Fitzgerald anunció antes que los diputados de su partido que votaran a la oposición no serían expulsados. La República de Irlanda, con un 96% de católicos y uno de los índices más altos de Europa de practicantes, es uno de los pocos países de la CEE en los que sigue penalizada la interrupción voluntaria del, embarazo. Las irlandesas que de sean abortar deben trasladarse a la cercana Inglaterra. Según las estadísticas británicas, las irlandesas ocupan el segundo puesto, detrás de las españolas, en cuanto al número de extranjeras que acuden al Reino Unido para interrumpir su embarazo.

Prácticamente todos los partidos políticos irlandeses están de acuerdo en introducir una enmienda a la Constitución (sería la novena desde su promulgación en 1937), de forma que cualquier Gobierno que pretenda modificar la actual legislación represiva se vea obligado a convocar un referéndum.