Los incentivos fiscales alcanzarán este año 690.000 millones de pesetas
Hacienda ha estimado que dejará de ingresar durante el presente año unos 690.000 millones de pesetas por los beneficios fiscales concedidos en los distintos tributos, a través de las deducciones, desgravaciones, exenciones, bonificaciones y otras medidas destinadas a favorecer la inversión. Esta cifra, que supone un 24,5% de todos los ingresos Impositivos, es superior en 140.000 millones a la prevista para el pasado año, cuando los incentivos alcanzaron niveles que llegaron a preocupar a las autoridades económicas, tanto por la teórica minoración de ingresos -medio alternativo a las subvenciones- como por su dudosa eficacia.
La ley de Presupuestos para 1982 incluyó, por ello, una serie de disposiciones para disminuir el importe de los gastos fiscales, y el Gobierno advirtió entonces que no tendrían eficacia hasta el presente año. Ahora han introducido pocas modificaciones los nuevos responsables de la Administración socialista, en cuyo programa electoral se prometía una "revisión rigurosa de los gastos fiscales, para suprimir situaciones de privilegio y para orientarlos en función de la política de inversión y empleo". Y los autores de tales variaciones han reconocido que no empezarán a surtir efectos hasta 1984.
Continuidad
En este sentido, más que en otros, los Presupuestos del Estado para 1983 priman la continuidad sobre el carácter de transición del que han sido revestidos, según diversos observadores. Sin embargo, como puede apreciarse en el cuadro adjunto, la inercia de las medidas introducidas por el anterior Gobierno ha corregido algo la estructura de los gastos fiscales. Como puede apreciarse en el cuadro adjunto, se reduce notablemente el fuerte porcentaje que representaban en el impuesto sobre sociedades o beneficios (antes 70,5%, ahora 57%), aunque también se reducen algo los de impuestos sobre consumos (mucho más en el de tráfico de empresas que en los de consumos específicos). De otro lado, aumentan para el tráfico exterior y, lo que en términos absolutos es más importante, para el impuesto sobre la renta de las personas físicas.Al final, el 20,3% que suponen los beneficios fiscales sobre los ingresos presupuestarios no financieros (impuestos más tasas y otros capítulos) es ligeramente superior a la participación obtenida en 1982. Los gastos derivados de los impuestos directos suponen un porcentaje algo superior, 20,6% (en total, 316.200 millones de pesetas), en tanto los de indirectos equivalen al 29% (exactamente 375.000 millones de pesetas). El año pasado la distancia entre uno y otro grupo era mucho mayor: 18,8% y 30,1%.
Beneficios sobre beneficios
Dentro del 12,7% a que se elevan en 1983 los beneficios fiscales para los contribuyentes del impuesto sobre la renta de las personas físicas, el peso fundamental radica en las desgravaciones por inversión en vivienda propia: el 40,9% de los 147.600 millones de pesetas reflejados en el cuadro adjunto. También adquiere cierta dimensión, el 34% del total, el correspondiente a discriminación por rentas.En el impuesto sobre sociedades o beneficios, la reducción de las deducciones al 57,6% sobre la recaudación prevista no ha impedido un pequeño crecimiento de los mismos en términos relativos: 158.000 millones el pasado año y 165.900 millones el presente. Pero tampoco la documentación enviada al Parlamento, con ser algo más explícita ahora, concreta los nombres de los sectores o empresas que utilizan los incentivos acumulados por una profusa legislación.
Sí puede conocerse la parte de los gastos que se destina a inversión empresarial -24,2% del total- y la obtenida por actividades de financiación -el 60,8%-. La primera representaba en 1982 un 23,2%. y la segunda el 61,8%. Entre este último bloque figuraban los beneficios derivados de la deuda exterior, tanto pública como privada, que absorben un 46,5%.
En el impuesto sobre tráfico de empresas, el mayor peso corresponde a las exenciones reconocidas a favor de los seguros obligatorios, los productos de primera necesidad y las viviendas de protección oficial. Y el total pasa desde el 71,9%. al 54,2%, aunque también en este caso la estimación absoluta de gastos sigue siendo mayor: 166.300 millones, frente a 154.100 millones del año pisado.
En los impuestos sobre consumos -alcoholes, otras bebidas, petróleo y lujo-, la mayor parte son atribuibles a las exenciones otorgadas a determinadas adquisiciones de vehículos automóviles.
Por último, en los impuestos so bre el tráfico exterior, que constituyen el 52,1% de los ingresos teóricos por renta de aduanas, a las operaciones de importación les corresponde el 72,6% y a las de exportación el resto. Como sucedáneo de la relación de beneficiarios, en el segundo cuadro adjunto puede observarse la distribución funcional de los gastos, según la cual las actividades económicas absorben el 48,9%, las sociales y para la comunidad el 49,1 % y las de defensa y servicios generales el restante 2%.
Destinos, 1984
Para 1984, aparte de las medidas contenidas en el proyecto de decreto-ley de prórroga de los Presupuestos del Estado para 1982 hasta la aprobación de los del presente año, se ha previsto que la elevación de deducciones personales y familiares incluidas ahora en el proyecto de Presupuestos supongan una minoración recaudatoria de 54.281 millones de pesetas. No obstante, la unificación en el 30% de la base de los límites de deducción por ahorro e inversión incrementarán los ingresos en 30.000 millones de pesetas. Así, el efecto neto de ambas medidas queda en 24.281 millones de pesetas.De tanta o mayor importancia puede ser la de las nuevas deducciones por inversiones en el impuesto sobre sociedades, por el que las empresas pueden deducir como incentivo a la inversión bruta hasta el 40% de su cuota, más otro estímulo adicional a la neta que puede cubrir el resto. A este respecto, se introduce la posibilidad de, ante eventuales agotamientos de la cuota líquida disponible, trasladar la parte de la deducción no aplicada a los cuatro ejercicios económicos siguientes.
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