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ELECCIONES DEL 8 DE MAYO / MADRID

El desarrollo de Aranjuez ha estado bloqueado por su antigua vinculación a los monarcas

Cuando Felipe II prohibió construir en Aranjuez edificios que no estuvieran directamente vinculados a las posesiones reales, el futuro de la villa quedó irremisiblemente marcado. Durante el siglo y medio siguiente, hasta que Fernando VI levantó esa especie de condena, Aranjuez no fue sino una finca privada de la dinastía de los Austrias, un lugar cercano a la Corte y, al mismo tiempo, delicioso, donde las reales personas iban a descansar y a divertirse. Ha llovido mucho desde aquellos tiempos, pero las gentes del Aranjuez actual siguen intentando levantar cabeza y tienen la impresión de que aún no han logrado subirse del todo al tren de la historia.

Si en abril de 1979 Felipe II hubiera podido asistir al espectáculo de toma de posesión de Eduardo García como alcalde de Aranjuez, no lo hubiera entendido. Un marxista-leninista, el candidato de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), se convertía en primera autoridad municipal del real sitio. En realidad, el fenómeno también resultó extraño para los contemporáneos que pudieron seguirlo en vivo, porque la ORT tuvo acceso a la alcaldía con los votos favorables de centristas y ultraderechistas y la oposición de la izquierda parlamentaria.Sin mencionar a los círculos de izquierda católica que a comienzos de los años setenta organizó en la villa madrileña el padre jesuita Ángel Fuentes, no puede entenderse lo que la Prensa denominó en su día el desconcierto de Aranjuez. De aquellos viveros apostólicos salieron los jóvenes y combativos cuadros políticos que fundaron la ORT local y la convirtieron en la segunda fuerza política, después del PSOE. Tan grande fue su popularidad que esa ya desaparecida organización de extrema izquierda obtuvo en las pasadas elecciones locales cinco de los 21 concejales del ayuntamiento. Por su parte, el PSOE logró siete concejalías; la UCI), cuatro; el PCE, tres, y la extrema derecha, dos.

"No logramos ponernos de acuerdo con socialistas y comunistas para presentar una candidatura única a la alcaldía", recuerda Eduardo García, entonces cabeza de lista de la ORT, "y decidimos presentar nuestra opción. La sorpresa se produjo cuando los concejales centristas y ultraderechistas, sin que hubieran mediado acuerdos políticos, me votaron. Así, me vi sentado en este sillón". Sin embargo, el entuerto se deshizo cuando a los cuatro meses la ORT pactó con los socialistas la formación del equipo que ha gobernado el Ayuntamiento de Aranjuez durante este último cuatrienio, con la oposición de los otros tres grupos municipales.

Eduardo García, maestro industrial de profesión, ha sido, pues, el alcalde del real sitio en el período de vida municipal que ahora termina. Hoy es aspirante a la reelección en las listas del PSOE, partido en el que ingresaron él y los otros concejales de la ORT cuando esta última organización se autodisolvió. Su principal adversario en la batalla por la alcaldía de Aranjuez será, según estima él mismo, Juan Antonio Cuéllar, maestro, nuevo en estas lides y candidato de la Coalición Popular. Cuéllar centrará su campaña en la denuncia de lo que considera excesiva presión fiscal y mala gestión económica protagonizada por el equipo de García.

Muchos visitantes y pocos ingresos

Un millón de personas viajó a Aranjuez durante 1982 para visitar el palacio Real y sus jardines, pero el vecindario se benefició bien poco de ese aluvión, ya que estos monumentos son propiedad del Patrimonio Nacional, un organismo autónomo que administra las antiguas propiedades de los monarcas de España y que recibe los ingresos del billetaje. El Patrimonio Nacional posee en Aran juez no sólo los edificios monumentales, sino toda una serie de fincas que constituyen el 14% de la superficie del término municipal, y que están completamente exentas de impuestos.Pero Aranjuez tiene, en relación al negocio turístico, un grave problema adicional, derivado de la inexistencia de una buena infraestructura hostelera. El visitante no suele pernoctar en la villa, sino que viaja hasta allí para pasar apenas unas horas, las justas para recorrer el palacio, comer unos fresones con nata y seguir hacia Madrid, a menos de 50 kilómetros en dirección Norte.

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La fama de Aranjuez procede también de los fresones, espárragos y alcachofas que se cultivan desde hace siglos en su vega, formada en torno a la desembocadura del río Jarama en el Tajo. Sin embargo, los productos tradicionales de esta feraz huerta, denominada el oasis de Castilla, están en claro proceso de desaparición. En los últimos años, los agricultores los están abandonando para sembrar cereales, que requieren menos cuidados, apenas necesitan mano de obra y permiten una mayor mecanización. Para intentar contener esa decadencia, el alcalde Eduardo García no ve otras vías que la regulación de la denominación de origen de los productos huertanos de Aranjuez y la adopción de un plan especial de protección de la vega del Tajo por parte de la futura administración autónoma de la región.

El crecimiento demográfico de Aranjuez ha sido muy lento, pese a su privilegiada posición geográfica, que le dota de agua y suelo abundantes, buenas comunicaciones y cercanía a los grandes mercados madrileños. En 1900, en la villa residían 12.600 habitantes; 50 años después, 24.600, y en la actualidad, 37.300. El ritmo de crecimiento ha sido muy lento en relación a los otros grandes núcleos urbanos de la provincia, y se explica, en primer lugar, por su condición de real sitio, que ha sufrido severas restricciones para la construcción de nuevos edificios desde tiempos de Felipe II. La segunda causa del fenómeno es que Aranjuez estuvo ausente de la explosión desarrollista de las pasadas décadas de los cincuenta y sesenta.

Cuentan los vecinos que hace pocos años hizo furor un dicho popular, según el cual "el mejor alcalde de Alcalá es el de Aranjuez". Con esa frase se aludía al hecho de que las corporaciones franquistas de¡ real sitio no promovieran en absoluto la creación de suelo industrial, por lo que muchas empresas que planearon instalarse en la vega del Tajo tuvieron que hacerlo en el polo de desarrollo creado a la vera del Henares.

Hoy, la actividad industrial de Aranjuez se reduce a varias decenas de empresas químicas y metalúrgicas, de pequeño tamaño en su mayoría, que apenas emplean a 4.000 trabajadores sobre una población activa de 13.000. El problema del desempleo, con 1.900 parados en el censo, alcanza cotas semejantes alas de otras poblaciones madrileñas.

"Nuestra gestión municipal", afirma Eduardo García, el ex militante marxista-leninista, "ha sido similar a la realizada por la izquierda en otras poblaciones. Era la única que podía hacerse". El ayuntamiento ha impulsado la pavimentación de las calles, la extensión de las redes de agua potable y alcantarillado, la escolarización total, la construcción de un centro de salud y un polideportivo, la creación del laboratorio municipal y la elaboración del plan de ordenación urbana.

En el terreno de la promoción cultural destaca la puesta en. marcha, coincidiendo con las fiestas de septiembre, de la escenificación del motín de Aranjuez, un hecho histórico en el que el pueblo exigió la cabeza de Godoy y la abdicación del rey Carlos IV en su hijo Fernando VII. Los amotinados clamaban contra la entrega del país a Napoleón. Su protesta les convierte en directos precursores del Dos de Mayo.

Los hijos de Aranjuez nacen en Madrid

Particular empeño pusieron los ediles de izquierda en rehabilitar el casco antiguo, que data de tiempos de Fernando VI, el rey que levantó la prohibición de construir impuesta por su antecesor Felipe II. Las corralas de Aranjuez, auténticas joyas de arquitectura popular madrileña, han sido víctimas de tal deterioro que el ayuntamiento estima que en la actualidad hay en el centro un total de 5.000 viviendas vacías, a causa de sus malas condiciones de habitabilidad.Eduardo García no tiene reparo en admitir que no han sido solucionados dos de los problemas básicos de Aranjuez, pero responsabiliza del fracaso a la anterior Administración central. Uno de ellos es la construcción de una variante que impida el paso por mitad de Aranjuez de los vehículos que circulan por la carretera nacional IV, que comunica a Madrid y Andalucía. Este paso, que ocasiona notables trastornos ambientales. y no pocos accidentes, tiene, sin embargo, unos encendidos defensores en los comerciantes de Aranjuez. Aseguran que el tránsito de millones de personas al año por el real sitio produce resultados beneficiosos para sus negocios.

La resolución de los déficit en materia de asistencia sanitaria es el otro gran objetivo pendiente en Aranjuez. La localidad carece, por ejemplo, de una ambulancia urbana para atender los casos de urgencia, que se asisten en las dependencias sanitarias locales. Pero más grave todavía es que la maternidad de la Seguridad Social, muy bien dotada de personal y médicos, carezca, no se sabe muy bien por qué motivo, de un anestesista, lo que hace que de 600 partos anuales que se producen en la villa, tan sólo ocho o nueve se atiendan en ese centro. Pese a que el mantenimiento de la maternidad cuesta 40 millones de pesetas al año, los hijos -de Aranjuez nacen siempre en Madrid.

Mañana:

Informe: Saneamiento y medio ambiente.

Reportaje: San Lorenzo de El Escorial.

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