Las compañías del Ballet Nacional ampliarán el número de sus giras

La directora del Ballet Nacional de España, María de Ávila, manifestó ayer que las compañías clásica y española tendrán una mayor movilidad en sus actuaciones y giras, lo que implica una reducción de sus integrantes. Una de sus primeras decisiones ha sido la cancelación de contratos de diez bailarines y tres técnicos del Ballet Nacional Español, cuyo director, Antonio, con contrato hasta agosto, decidirá en los próximos días, tras una reunión con María de Avila, que ayer no estaba concertada, su participación en el nuevo organismo o la salida del mismo, opción más probable según fuentes próximas al bailarín. Antonio no pudo ser localizado en Madrid, tras regresar del homenaje recibido en Sevilla.

Antonio Ruiz no ha decidido abandonar la dirección del Ballet Nacional Español ni desea hacer declaraciones al respecto hasta mantener una reunión con María de Ávila, según Efe. Tras un breve viaje a Sevilla, donde recibió el homenaje de su ciudad natal, que le nombró hijo predilecto, conoció la notificación escrita y verbal de la directora del Ballet Nacional de España, María de Ávila, de la terminación del contrato de diez bailarines y tres técnicos de la compañía. Las personas afectadas de despido decidieron ayer poner en manos de abogados su situación laboral.Antonio se encontraba ayer en Madrid, sin ser posible su localización en su domicilio, estudio particular o en las clases del Ballet Nacional Español, donde excusó su presencia a las doce y medía de la mañana, hora prevista de la clase. María de Ávila no había hablado con Antonio ni tenía conocimiento de una inmediata reunión entre ellos, aunque el próximo lunes se encontrarán en el lugar habitual de trabajo.

"Me ha parecido necesario tener dos compañías más equilibradas", declaró María de Ávila, "y más pequeñas, ya que mi idea es que viajen y se aumenten las giras. Con compañías grandes es prácticamente imposible". La compañía clásica tiene veinte bailarinas y doce bailarines, y la española cuenta con veinticinco bailarinas y veintiún bailarines, tras la reciente reestructuración.

"Insisto en que no hay nada personal, ni contra Antonio ni contra nadie", dice María de Ávila. "Admiro mucho a Antonio e intentaré ponerme de acuerdo con él, aunque es una decisión suya personal si quiere trabajar conmigo o no le agrada. Estoy convencida de que debe y puede hacer muchas cosas y en este sentido tengo pensadas algunas propuestas". Uno de los asuntos pendientes será la coreografía que prepara el bailarín, titulada Tardes en la alameda.

La dirección general de Música y Teatro no interviene en la gestión técnica y artística del Ballet Nacional de España, cuyas decisiones corresponden a María de Ávila, según declaró ayer el director general Manuel Garrido. Antes de un mes estará aprobado el actual borrador del estatuto que va a regular las actividades y presupuestos del Ballet Nacional de España. En el borrador del estatuto se contemplan dos adjuntos a la dirección, que serán los encargados de los conjuntos de folklore español y de danza clásica.

En el nuevo organigrama del organismo autónomo Teatros Nacionales y Festivales de España figuran también los estatutos para los teatros nacionales María Guerrero y la Zarzuela, contemplados, como el Ballet Nacional de España, como unidades de producción. Nombrados los directores del María Guerrero, Lluís Pasqual, y de la Zarzuela, José Luis Alonso y Benito Lauret, en las semanas inmediatas comenzará la preparación de los programas de la próxima temporada.

Los estatutos definen la autonomía artística de estas unidades de producción. Para el mes de junio están prevista la completa incorporación de los directores. María de Ávila toma sus decisiones en base a una "responsabilidad que he aceptado y tengo que luchar por ella".