Las encuestas del PSC dan el 49% de los votos a los socialistas y mayoría absoluta en Barcelona

Los socialistas catalanes del PSC superarán ampliamente en las próximas elecciones municipales los resultados electorales alcanzados el 28 de octubre. Según un sondeo encargado por dicho partido al Instituto de Sociología Aplicada a la Comunicación (Instituto ISAC), el ascenso socialista se cifra en dos puntos en la ciudad de Barcelona y cinco puntos en el resto de Cataluña. Dejando al margen la capital catalana, el sondeo, elaborado hace tres semanas, antes del inicio de la campaña electoral, vaticina a los comunistas del PSUC una moderada recuperación de votos, y a la coalición Convergència i Unió, una pérdida de siete puntos, siempre con referencia a los resultados de las últimas legislativas.

En este ámbito, Alianza Popular baja nueve puntos. Los socialistas obtendrían, de cumplirse las previsiones, la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Barcelona, asegurarían la reelección de todos sus alcaldes en las ciudades importantes y arrebatarían al PSUC algunas alcaldías de ciudades del cinturón industrial.Pasqual Maragall, candidato socialista a la reelección para la alcaldía de Barcelona, anunció a los pocos minutos del inicio oficial de la campaña, el pasado viernes a las doce de la noche, que su partido alcanzaría el 40% de los votos. Los datos de que dispone el PSC para el caso específico de Barcelona superan las previsiones de Maragall y otorgan a los socialistas el 47,8% de los sufragios totales (de los decididos, el 40,3%), lo que supone entre 22 y 27 concejales de los 43 que constituyen el consistorio barcelonés. Los socialistas obtuvieron en las últimas elecciones el 44,6% de votos de los ciudadanos de la capital.

El segundo grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona sería el de CiU, que a pesar de perder votos respecto al 28-O, aumentaría el número de concejales, pasando de los ocho actuales, a un resultado entre nueve y once. CiU, que el 28-O obtuvo en Barcelona el 23,6% de los votos, conseguiría en esta ocasión un 16,8%, (14,2% del voto de los electores que ya han tomado opción), perdiendo casi siete puntos según la hipótesis de la encuesta encargada por los socialistas.

Alianza Popular, que en las anteriores elecciones municipales no obtuvo reperesentación en el consistorio de Barcelona, puede conseguir en esta confrontación entre cuatro y seis concejales. Respecto a las elecciones generales del 28-O, AP, según esta encuesta, perderá votos. Su porcentaje bajará, en Barcelona, del 14,6% al 8,1% (6,8% del voto decidido).

Las previsiones de que disponen los socialistas auguran una recuperación del voto comunista tras la catástrofe de octubre. El 4,6% obtenido en aquella ocasión se convertirá, según este sondeo, en un 6,3% (5,3% sin proyectar) que se corresponde con un máximo de cinco concejales y un mínimo de tres. A pesar del aumento de votos, el PSUC aún puede perder cuatro de los nueve concejales que integran actualmente su grupo municipal en el Ayuntamiento.

Esquerra Republicana y Centristes de Catalunya, los otros dos partidos que obtuvieron representación municipal en las primeras elecciones locales democráticas, no quedan bien colocadas en esta muestra. Se les augura que perderán sus concejales, al no superar la barrera del 5%. ERC se quedará en un porcentaje del 3,1%, mientras que Centristes desaparecerá prácticamente del mapa electoral de la ciudad de Barcelona, -un 1,3%-, no recuperando sus correligionarios del CDS este voto, al obtener tan sólo el 1,1% de los votos.

A la vista de este sondeo, los socialistas han encaminado su campaña a combatir la abstención, considerada en esta ocasión su principal rival. Los porcentajes de participación que revelan la muestra conjunta no serán obviamente los reales, ya que sólo se declaran enemigos de las urnas un 5% en la ciudad y un 10% en el resto de Cataluña. Estos índices de participación y el voto indeciso serán dos factores determinantes, cuyo control dependerá en buena parte del desarrollo de la campaña electoral.

Sin contar Barcelona, el 61,7% considera que ha mejorado mucho o simplemente mejorado el funcionamiento de los ayuntamientos, y un 20% piensa que los actuales consistorios no se diferencian de los anteriores.