Frío entre Tokio y Moscú

Las relaciones entre Japón y la URSS nunca fueron excelentes, pero en este momento son todavía mucho más tensas. El viceministro soviético de Asuntos Exteriores, Kapitsa, acaba de hacer la experiencia en el transcurso de las conversaciones que ha celebrado en Tokio. Ninguna de las dos proposiciones de las que era portador fue aceptada por los japoneses.Estos últimos estiman que al ofrecerles una garantía de no recurrir a sus fuerzas nucleares a cambio de un compromiso renovado por Japón de no tolerar en su suelo la presencia de armas nucleares, la URSS busca alimentar ilusiones sobre sus intenciones pacíficas. En cuanto al proyecto de acuerdo a largo plazo de cooperación económica ofrecido igualmente por Kapitsa, Tokio la considera una mera tentativa para disociar las relaciones económicas de su contexto político.

Finalmente, por frialdad: Gromiko no aceptó la invitación que le ha dirigido su colega japonés, Abe, en tanto que las relaciones entre los dos países no mejoren. (...) Mucho más compleja es la tensión de orden estratégico que existe entre los dos países. Japón se siente amenazado por el reforzamiento del dispositivo militar soviético en Extremo Oriente y especialmente por los migiles SS-20 instalados en Siberia oriental. Por su parte, Moscú se inquieta al ver a los japoneses dispuestos a colaborar militarmente con Estados Unidos en un dispositivo estratégico global dirigido contra la Unión Soviética. (...)

16 de abril.