El gobierno británico retira un proyecto de ley lesivo para el secreto profesional

El Gobierno británico ha tenido que rendirse frente a la negativa de los médicos, periodistas y sacerdotes a aceptar un proyecto de ley que permitiría a la policía tener libre acceso a sus ficheros profesionales. El ministro del Interior, William Whitehall, anunció ante la Cámara de los Comunes que el texto de la ley será enmendado para respetar el derecho de determinadas personas a guardar secreto sobre las informaciones que reciben en el ejercicio de su profesión.La polémica fue causada por el artículo 10 de la Police and Criminal Evídence Bill. Según dicho artículo, cuando "la grave naturaleza del delito que se investigue lo aconseje", la policía tendría derecho a solicitar una orden judicial para buscar evidencias en los archivos y material profesional de doctores, psiquiatras, sacerdotes, trabajadores sociales, etcétera. La información obtenida de esta forma sena considerada confidencial por la propia policía.

Según fuentes del Ministerio del Interior, Whitehall ha cambiado de opinión gracias, sobre todo, a las críticas de los médicos, que afirmaban que una ley semejante ha disminuir la confianza entre doctor y paciente, hasta el extremo de que este último ocultara información vital para su diagnóstico y tratamiento.

Las mismas dudas existen en el caso de los periodistas. El ministro del Interior confirmó que su departamento mantendrá conversaciones la semana próxima con los representantes de los periodistas, medios de comilificación y demás asociaciones relacionadas con la Prensa, radio y televisión, para estudiar conjuntamente los efectos de la ley en esta profesión.

Según el diario The Guardian, existen "fuertes signos" de que el Ministerio aceptará los argumentos de los periodistas y concederá a los medios de comunicación la misma protección acordada a los médicos.

Medios de la oposición acogieron con satisfacción el "paso atrás" de Whitellafl y señalaron que la ley hubiera sido rechazada.