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Entrevista:

"El artista que va más con su siglo", según Robert Descharnes, secretario del pintor

Robert Descharnes es amigo y colaborador del pintor catalán Salvador Dalí desde 1950. Es fotógrafo y escritor de arte. Él realizó el primer gran libro sobre el pintor, titulado Dalí de Gala, publicado en París en 1962. En su residencia parisiense esconde centenares de horas de conversaciones con el pintor, grabadas en un magnetófono, y cientos de fotograrías inéditas. En 1954, los dos personajes iniciaron el rodaje del filme Historia prodigiosa de la costurera y del rinoceronte, aún inacabada. Ha participado en todas las retrospectivas sobre Dalí (siete en total) y, actualmente, es uno de los tres comisarios de la que se presenta. "El 50% de mi vida lo he dedicado a Dalí, y ahora estoy completamente consagrado a él", dice con satisfacción Descharnes, en una conversación con EL PAÍS en la que evoca al pintor de Cadaqués, a Gala, su vida, su obra.Pregunta. Usted, que ha conocido a Dalí en privado y en público, trabajado y hablado con él, soportándolo quizá, ¿se atrevería a definirlo?

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Respuesta. Es un fenómeno excepcional de la época. Desde el punto de vista de la creación, es probablemente el artista que va más con su siglo, a pesar de las apariencias académicas de su obra.

P. ¿Lo más notable de su trabajo con él?

R. La exigencia; es muy exigente, pero consigo lo es mucho más aún.

P. Usted realizó la primera retrospectiva de Dalí en Japón, hizo también su primer libro de arte y prepara otro. Diríase que sin usted a Dalí sólo se le hubiera conocido por sus excentricidades publicitarias. ¿A qué se debe esto?

R. A una razón primaria y esencial: el pintor Dalí, contrariamente a Picasso, por ejemplo, no pertenecía a una estructura marchante.

P. ¿Y eso por qué?

R. Porque Dalí tiene una cierta noción de la libertad que no se acopla fácilmente a nada. Y Gala también. Los dos desconfiaban de los marchantes.

P. A propósito de Gala: ¿cómo vio y vivió usted el célebre binomio Gala-Dalí?

R. Era una pareja excepcional. Se ha hablado mucho de la dependencia de Dalí respecto a Gala pero esa observación es incompleta. Él se encontraba satisfecho de ser protegido por Gala. También se ha dicho de Gala que era muy negociante, y esto es exagerado Tal como yo los he conocido durante tantos años, eran un bloque compuesto por dos seres contradictorios. Los dos ofrecieron un espectáculo a su entorno que no respondía a la realidad. Gala nunca fue indelicada con Dalí.

P. ¿Qué siente Dalí por Picasso?

R. Siempre ha sentido una gran admiración por él. Recuerdo que una vez, en una reunión de críticos que ponían en entredicho la obra del pintor malagueño, Dalí intervino para concluir: "Pues yo, digan ustedes lo que digan, me quedo con Picasso".

P. ¿Qué piensa del Dalí publicista de tiempos no lejanos?

R. Aquel Dalí era una máscar que se manifestaba por medio del exhibicionismo excéntrico y la sistematización de la confusión y de la contradicción. Cuando llegó a París, Dalí era muy tímido.

P. ¿Cree que, en algún momento, se sintió extranjero en su país?

R. No, de ninguna de las maneras. Detrás de todo lo que hacía Dalí estaba España siempre.

P. Usted, ahora, está entregado totalmente a él. ¿Cómo vive?

R. Para sus años, debía encontrarse mejor fisicamente, pero ha gastado mucha energía en su vida.

P. Una cosa: ¿habla de Gala?

R. De Gala no dice nada. De lo que habla mucho es de su salud. Se muestra inquieto, habla de la muerte. Quizá tiene miedo.

P. ¿Habla de Dios alguna vez?

R. No, no habla de Dios. Supongo que no cree, y está demasiado cerca de la muerte como para hablar de Dios. Antes, desde más lejos, sí.

P. Y del París que tanto lo festejó, ¿que dice?

R. El, a última hora, quedó fascinado por Nueva York y po por París. De París no habla. Ultimamente le llevé una revista nueva, titulada El Tercer Milenio, y después de hojearla sólo comentó: "Demasiado psicológica".

P. ¿Qué hace a lo largo del día?

R. Ahora lo único que hace, prácticamente, es pintar. Desde 1981 ha realizado cuadros, 30 de los cuales serán expuestos en la retrospectiva de Madrid.

P. ¿Se acuerda de los títulos?

R. Sí, sí. El de una serie: Cama y dos mesitas de noche atacando ferozmente a un violonchelo.

P. ¿Cómo ve usted el futuro del pintor Dalí?

R. Es un patrimonio de propaganda para su país en el mundo, al margen de que creo que donará toda su obra al Estado.

Descharnes, en el momento de poner punto final a la conversación, junta las manos, como si fuera a rezar, y exclama: "Pero, por favor, que no se nacionalice a Dalí, que no se le regionalice. Sobre todo, eso no, por favor".

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