"La ayuda española no debe reanudarse mientras no se den pasos inequívocos hacia la democracia"

La oposición guineana ha elegido un portavoz, figura representativa que le faltó en el exterior durante la dictadura de Macías y que ha necesitado durante los últimos cuatro años para hacerse oír, tras el golpe de Estado de Teodoro Obiang Nguema, actual presidente de Guinea Ecuatorial.Francisco Ela Abeme, secretarío general de la Junta Coordinadora de las Fuerzas de Oposi,ción de Guinea Ecuatorial, constituida días pasados en Zaragoza, cumplió en marzo pasado 38 años y estuvo a punto de ordenarse sacerdote en su país, donde siguió unos cursos de formación diplomática. En 1971 se exilió en Tenerife, isla en la que reside desde entonces y ejerce de abogado. Es autor de un libro de próxima aparición sobre los últimos catorce años de Guinea Ecuatorial. En su opinión, la oposición guineana acaba de dar un paso histórico al unirse.

Pregunta. Usted era y continúa siendo secretario general del Frente de Liberación de Guinea Ecuatorial (Frelige). Las distintas fuerzas políticas y grupos independientes que han formado la junta coordinadora ¿continuarán subsistiendo?

Respuesta. Cada organización seguirá funcionando. Nuestro objetivo unitario es ahora volver a ofrecer a Teodoro Obiang el diálogo con España como puente, para darle una sarida institucional a la actual situación del país. Le hemos dado dos meses para abrir las negociaciones. Dentro de dos semanas se reunirá el comité ejecutivo de la junta en Barcelona para plantear por escrito esta propuesta. Si es rebasado aquel plazo nos reservamos el derecho a emplear otros métodos más expeditivos.

P. ¿Qué planteará la oposición a Teodoro Obiang?

R. Seguimos creyendo que Teodoro es políticamente recuperable. Por tanto, no le cuestionamos personalmente. Si quiere, puede quedar en la jefatura del Estado, peto que deje el Gobierno en nuestras manos. Se trata de abrir un período de reconstrucción nacional de unos cinco años, después de los cuales convocaríamos elecciones. Cada partido concurriría a las mismas y hemos llegado al pacto de respetar entonces el resultado.

P. Usted ha dicho que España ha de jugar un papel mediador en estas conversaciones. ¿Cómo considera la ayuda que ha prestado desde 1979 a Teodoro Obiang?

R. Por suerte, el Gobierno socialista la ha congelado. En ñuestra opinión, no debe reanudarse hasta que se den pasos inequívocos para una normalización democrática. Después del golpe, España ha adoptado una postura no malintencionada, pero sí un poco ingenua. No ha sabido conectar con la clase política guineana, que somos nosotros, los que nos hemos formado en España. Se ha limitado a ayudar a unos señores que son precisamente antiespañoles por antonomasia. Ha sido una desafortunada ayuda. Esos 15.000 millones de pesetas que ha aportado al Gobierno de Teodoro Obiang se han despilfarrado y sólo han servido para enriquecer a él y a quienes le rodean. Parte de ese dinero, que iba destinado a formar un ejército, se emplea en pagar a seiscientos guardias moros que cuidan de Teodoro Obiang.

P. Su primera misión como representante de la oposición consiste en un viaje estos días a París, donde recientemente se dio a conocer un presunto Gobierno guineano en el exilio. ¿Intenta Francia influir en Guinea Ecuatorial?

R. En efecto, yo viajo a París para llamar la atención del Gobierno francés sobre su actividad equivocada hasta ahora y para pedirle, en una palabra, que retire toda ayuda a la tiranía fascista que gobierna Guinea; porque, de lo contrario, sus intereses en la zona se verían afectados. Francia es indudable que pretende ejercer una influencia. Cuando Guinea se convierte en un Estado problema para Gabón, que tiene que soportar una emigración guineana considerable, Francia, al ver que España no juega el papel que le corresponde, intenta absorber a nuestro país para situarle en la órbita francéfona africana, buscando incluso una anexión de Guinea por parte de Gabón. Ese presunto Gobierno en el exilio nacido en Francia está compuesto por testaferros de Teodoro, que ha querido así fabricar una oposición integrada por organizaciones inexistentes.

P. ¿Rechazarán o asumirán en un primer momento la actual Constitución de Teodoro Obiang?

R. La rechazamos totalmente. Es inaceptable. Negociar supone suprimir esa Constitución y poner de nuevo en vigor la que el pueblo guineano aprobó el 11 de agosto de 1968, año de la independencia. En ella, España queda comprometida con Guinea.