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La familia Guibert pagó el martes un fuerte rescate por la liberación del secuestrado

Los Comandos Autónomos Anticapitalistas han cobrado un fuerte rescate a cambio de la liberación de Jesús Guibert, gerente de la empresa Marcial Ucín, secuestrado el pasado día 21 en Azpeitia. Según fuentes de este periódico, la entrega del dinero, cuya cifra no ha sido precisada, tuvo lugar el martes último, dato que coincide con la información suministrada el pasado sábado a EL PAIS por un miembro de la familia. Dicha persona reconoció la existencia de negociaciones con los secuestradores, al tiempo que afirmaba que la puesta en libertad del industrial no podría producirse al día siguiente, ya que "todavía no existen las condiciones necesarias".

Argumentando desconocer todo lo relacionado con supuestas negociaciones y entregas de dinero, Javier Guibert, portavoz de la familia y hermano del secuestrado, evitó ayer, al igual que en días anteriores, pronunciarse sobre el pago del rescate, hecho del que prácticamente no existen dudas. La familia Guibert inició la pasada semana una serie de operaciones bancarias dirigidas a reunir el dinero, cuya entrega ha permitido la liberación del industrial, que cuenta 55 años, está casado y es padre de cuatro hijos.En la línea de comportamiento mostrado por los familiares de las otras personas secuestradas en el País Vasco, los Guibert han tenido que desenvolverse entre la evidencia, a veces probada, de la existencia de negociaciones y la imposibilidad de reconocerlas públicamente por temor a acreditar un posible delito: la entrega de dinero a una organización terrorista. Los contactos entre los Guibert y los Comandos Autónomos Anticapitalistas han sido llevados a cabo por tres intermediarios que han guardado una absoluta discreción, hasta el punto de que muchos familiares ignoran en detalle la cantidad fijada como rescate. En cualquier caso, los Guibert esperaban anteayer que la liberación del industrial, afiliado al PNV, se produjera ese mismo día.

El gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elgorriaga, ha manifestado sentirse embargado por un sentimiento contradictorio, mezcla de alegría ante la liberación de una persona secuestrada y de tristeza al pensar que pueda existir dinero destinado a la compra de más armas y Goma 2. El frío, la oscuridad y la incertidumbre han marcado el cautiverio de Jesús Guibert, que ha permanecido durante 17 días en el interior de una gruta natural, custodiado permanentemente por sus dos secuestradores. El acceso a la cueva, cuyas dimensiones no superan los ocho metros cuadrados, se encontraba camuflado con piedras, que eran retiradas entrada la noche, momento en que el secuestrado y sus guardianes salían al exterior para desentumecer los músculos

Permaneció tumbado en una gruta

El bajo techo de la gruta, separado del suelo por 50 o 70 centímetros, impedía la puesta en pie de una persona de altura mediana, obligando a Jesús Guibert y a sus vigilantes a permanecer tumbados. El escondite utilizado para retener al gerente de Marcial Ucín se encuentra, al parecer, dentro de los límites de Guipúzcoa, ya que secuestrado y secuestradores viajaron en automóvil por espacio de 35 minutos y posteriormente invirtieron una hora escasa, a paso lento, en llegar al punto donde Guibert fue abandonado: el Alto de Meagas, cerca de Zarauz.

El industrial se golpeó fortuitamente con una rama en la cara mientras era conducido, encapuchado, a través del monte. El golpe le ha producido una leve lesión en un ojo, que mantuvo en el día de ayer protegido con un parche. Antes de abandonarle, pasada la una de la madrugada, sus secuestradores le conminaron a permanecer por espacio de medía hora tumbado en el suelo en el mismo lugar, tras suministrarle una linterna para que se orientara en la oscuridad.

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Jesús Guibert prefirió no sentarse al comprobar que el suelo estaba húmedo y, al cabo de un rato, echó a andar, reconociendo en las proximidades la autopista Bilbao-Behovia, identificando el lugar en que se encontraba el paraje hasta dar con la carretera de Meagas. El recién liberado hizo señales con la linterna, tratando de parar a alguno de los escasos vehículos que circulaban a esa hora, hasta ser recogido por los ocupantes de un coche en el que viajaban tres jóvenes, precisamente de Azpeitia, localidad de donde procede la familia Guibert y donde está situada la fábrica Marcial Ucín.

Controlando a duras penas la excitación del momento, el industrial pulsó el timbre de su vivienda a la 1.45 horas, para ser recibido con abrazos, lágrimas y gritos de alegría. Llevaba barba de varios días y vestía la mi1na cazadora de cuadros que cuando fue secuestrado 17 días antes. Tranquilizó a su madre, manifestando que le habían tratado bien, y explicó algunos detalles de su cautiverio antes de tomar un baño, afeitarse y cenar.

Jesús Guibert padecía ayer una ligera gastroenteritis, dolencia que le impidió asistir a la conferencia de prensa celebrada a mediodía en San Sebastián. En la misma, su hermano Javier Guibert agradeció públicamente a las fuerzas de seguridad del Estado y a la policía autónoma los múltiples rastreos y registros llevados a cabo en los últimos días, así como las posturas de solidaridad mostradas por las fuerzas políticas, los sindicatos y la población guipuzcoana.

Jesús Guibert, poco después de su liberación, hablé telefónicamente con Manuel Prado y Colón de Carvajal para expresarle su solidaridad en estos momentos por el secuestro que aún sufre su hermano, Diego Prado.

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