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El último pleno de la actual Corporación

Más de 67.308 millones de pesetas de presupuesto municipal ordinario, aprobado por abrumadora mayoría

El presupuesto del Ayuntamiento de Madrid para 1983, 67.308.446.000 pesetas, obtuvo ayer 27 votos a favor, 8 en contra y 2 abstenciones. El grupo de la oposición municipal había comenzado este mandato, en 1979, enfrentando sus 25 votos a los 25 del PSOE y los 9 del PCE. Cuatro años después, en este último pleno, sólo 8 de sus integrantes han continuado el papel que iniciaron cuando la Corporación, elegida democráticamente, daba sus primeros pasos.

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En la votación nominal para aprobar el presupuesto, el público asistente y los concejales fueron comprobando con cierta sorpresa que Felipe Martín Vicente y José María Palacios votaban 'sí' desde su lugar, en los bancos de la oposición, mientras que sus compañeros Lisardo Biescas y Vicente Galcerán anunciaban su abstención, más extraña en el caso de este último después de haber protagonizado una larga intervención en favor de una reducción del gasto previsto.Precisamente Galcerán abrió el debate propiamente dicho, tras una breve presentación a cargo del concejal de Hacienda, Joaquín Leguina, del PSOE. El portavoz socialista había destacado el hecho de que, en pesetas constantes, el presupuesto está prácticamente congelado. Si al incremento global del 13,97% respecto a 1982 se le aplica una deflación equivalente al coste de la vida -es decir, como si las pesetas de este año valiesen lo mismo que las de 1982-, se registra "un crecimiento negativo de apenas medio punto", según explicó Leguina. "En un momento de crisis financiera y fiscal en todos los países, es una buena aportación a la marcha de las administraciones públicas", afirmó. Galcerlán intervino seguidamente, durante cerca de media hora, para explicar que aún es posible una reducción de los gastos, y señaló que de su! propuestas se derivaría un ahorro de unos 1.600 millones de pesetas.

El portavoz del grupo de oposición, José María Álvarez del Manzano, habló durante un cuarto de hora para exp oner su postura. Gran parte de sus argumentos tuvieron como base el estudio económico-financiero, o auditoría, que realizó el pasado año el Ministerio de Hacienda sobre la situacíón del ayuntamiento.

La auditoría como argumento

Tras citar 19 advertencias textuales contenidas en la auditoría, recalcó: "Ni uno solo de los anteriores mandatos fue acatado por el ayuntamiento madrileño. Las bases de ejecución del presupuesto que hoy se presenta incurren en los mismos errores advertidos".

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Las recomendaciones leídas por el portavoz de la oposición se referían a la consideración de qué son gastos voluntarios y cuáles gastos obligatorios, el incumplimiento de diversas normas contables, el enorme incremento habido en los gastos de financiación", la tasa de aumento del capítulo Compra de bienes y servicios, ineficacia en la fiscalización y control interno, y transferencias superiores a las pre vistas en los acuerdos que las autorizan, así corno otros aspectos legales y de forma.

En cuanto al déficit acumulado, a subvencionar por el Estado, señaló que se ha hecho "más o menos una llamada a los amigos para tapar las equivocaciones anteriores". Cifró ese déficit en 17.562 millones, y afirmó que la corporación debe cumplir con la legalidad vigente y especificar esa cuantía en el presupuesto, ya que no figura en él. Terminó su discurso diciendo: "Nos vamos tranquilos; hemos hecho todo lo que hemos podido y sabido. Dios quiera que se nos haya entendido".

Habló brevemente después el portavoz comunista, Juan Francisco Pla. Señaló que discrepaba de lo expuesto por Álvarez del Manzano y se remitió a discusiones anteriores registradas en otros plenos, donde también mantuvieron posturas similares.

Leguina defiende el déficit

Joaquín Leguina, concejal de Hacienda, respondió que el déficit no ha de ser incluido en el presupuesto, y se preguntó: "¿Metemos el déficit en el presupuesto ordinario y más tarde o más temprano lo pagan todos los madrileños? Por ejemplo, el déficit de Ia Empresa Municipal de Transportes (EMT),¿quién lo paga?, ¿los madrileños?, ¿o el señor que viene de fuera y coge un autobús en el que el billete está subvencionado por el ayuntamiento?". Explicó que es legítimo que el Estado subvencione el déficit de corporaciones locales a cambio de que éstas admitan un control sobre su situación económica.

A continuación ofreció numerosos datos sobre la evolución decreciente del déficit municipal y de la carga financiera, y repitió los ya aportados en otras ocasiones sobre la distinta línea seguida por las pérdidas de Renfe o del Metro, controlados por el Estado, que han ido en aumento, y las registradas en la EMT, que han descendido.

Álvarez del Manzano realizó una nueva intervención para afirmar que si se hubiesen aplicado las medidas que su grupo fue proponiendo, el déficit no estaría situado en 17.000 millones, sino en menos de 10.000.

En la votación, el concejal de los bancos de oposición José María Palacios expresó su sí y precisó que luego explicaría su postura. Así lo hizo. Señaló que "las cifras altas o bajas no indican una buena o mala gestión, sino que la buena o mala gestión se hace con ese dinero; yo ya no voy a ser concejal y no quiero cerrar la puerta a quien venga". Más tarde, aseguraría a los periodistas que si Álvarez del Manzano ganase las elecciones no le iba a importar tener el presupuesto aprobado a er. Cuando el Pleno estaba ya prácticamente concluido de spués de esta intervención, Palacios alzó su voz e, inesperadarnente, dijo: "Protesto. Protesto airadamente, señor alcalde, porque acabo de escuchar a uno de mis compañeros que me decía que si el alcalde me ha dado algún puesto. Y yo quiero que conste mi protesta". "Así se hará", dijo el alcalde. Finalmente, una de las concejalas de la oposición pidió expresar su voto, "porque he tenido que salir y he estado ausente durante la votación". La solicitud fue denegada y quedó levantada esta primera sesión.

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