Los residentes marroquies y argelinos pueden cruzar desde hoy la frontera, cerrada en 1976
Los pasos fronterizos entre Argelia y Marruecos quedarán hoy abiertos sin ninguna formalidad al tráfico de residentes de ambos países, en aplicación del acuerdo firmado recientemente en Argel con motivo de la visita del ministro marroquí del Interior, Driss Basri. La acción política común de los países magrebíes, cara a la situación en Oriente Próximo, viene siendo ensalzada en los últimos días por la prensa gubernamental argelina.
El presidente argelino, Chadli Benyedid, y el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Bucetta, mantuvieron una nueva entrevista en Argel el pasado martes relacionada con la convocatoria de una cumbre de países árabes, a iniciativa del rey Hassan II. Los medios argelinos han asegurado que el problema del Sáhara Occidental no fue tratado en ese encuentro, y el Polisario, por su parte, ha calificado de intoxicación marroquí los insistentes rumores que vienen circulando en Argel a propósito del inicio de contactos directos entre representantes marroquíes y del Frente Saharaui.En este contexto de normalización argelino-marroquí en curso, y apoyo de Argelia a los esfuerzos del rey Hassan II de potenciar el plan de paz para Oriente Próximo, preparado en la cumbre árabe de Fez el año pasado, la apertura parcial de la frontera entre Marruecos y Argelia constituye un hito histórico del que van a beneficiarse 8.000 residentes argelinos en el reino alauita y más de 300.000 marroquíes residentes en Argelia, aunque varias decenas de miles de estos úlitmos han optado por la nacionalidad argelina.
En septiembre de 1963, cerca de 60.000 residentes argelinos en Marruecos, según las cifras dadas en Argel, tuvieron que abandonar sus domicilios, tras el conflicto fronterizo que dividió a los dos países, luego de haber alcanzado Argelia su independencia. La indemnización exigida por Argel a título de los bienes que fueron expropiados entonces, forma parte del contencioso objeto de las conversaciones que mantienen los ministros del Interior de los dos países.
Por parte de Marruecos, se han solicitado compensaciones de carácter financiero para indemnizar a los cerca de 30.000 marroquíes que fueron expulsados de Argelia, en 1977, una vez rotas las relaciones a causa del conflicto del Sáhara.
La obligación de disponer de un visado de salida a los residentes de los dos países ha quedado suprimida tras la apertura parcial de la frontera, mientras el resto de los argelinos y marroquíes tendrá que esperar a la normalización de relaciones entre los dos países.
La perspectiva de una rápida normalización argelino-marroquí y la reciente firma de un tratado de "fraternidad y concordia" entre Argelia y Tunicia, con la reconstitución del gran Magreb árabe como telón de fondo, ha motivado a los tres países a conmemorar la conferencia celebrada en Tánger el 25 de abril de 1958 por los partidos políticos Istiqlal, de Marruecos; Neo Destur, tunecino, y Frente de Liberacíón Nacional, argelino.
Considerada como la primera conferencia magrebí, partidaria de la creación de un conjunto político regional la reunión de Tánger, destinada a apoyar la independencia de Argelia, adoptó una resolución por la cual las tres formaciones participantes consideraban que la forma federal respondía a las realidades del Magreb y proponían, para materializar la voluntad política magrebí, la creación de una asamblea magrebí consultiva y un secretariado permanente.
La evocación de esa conferencia, cuyos documentos han pasado a la historia del convulso Magreb, podría constituir la clave para llegar a una solución política del conflicto del Sáhara Occidental, a partir de la idea de asociación tratada en las conversaciones sostenidas semanas atrás entre dirigentes argelinos, marroquíes y mauritanos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.