Los socialistas lusos prometen austeridad, orden y solidaridad nacional

Austeridad, orden y solidaridad nacional son las orientaciones dominantes del programa que los socialistas portugueses se proponen ejecutar en sus primeros cien días de gobierno, después de su eventual victoria electoral en abril.Emparejados en las encuestas de opinión con los socialdemócratas, los socialistas no hacen nada para desmentir a los que a su derecha y a su izquierda hablan de "derechización" del PS y de "socialdemocratización completa" de su programa.

Su afán no disfrazado es atraer el electorado moderado, e incluso conservador. Del programa de los cien días forman parte promesas como las de una nueva ley de delimitación de los sectores público y privado, la actualización de los alquileres y las distribuciones de tierras a pequeños agricultores. En el mismo sentido van las medidas moralizadoras, de lucha contra la corrupción, fuga de capitales y actividades especulativas y de "combate contra el crimen en las calles".

En el mismo programa, dos puntos se refieren, directa e indirectamente, al contencioso con España. Los socialistas propondrán una cumbre hispano-portuguesa para tratar del problema de las pescas en base a la defensa intransigente de los recursos marítimos de Portugal, y procederán a la revisión de todo el proceso de negociación sobre el ingreso de Portugal en la Comunidad Económica Europea.

Autoridad del Estado, liderazgo claro y decidido, iniciativa privada, disciplina social y laboral son también las palabras claves del discurso del candidato socialdermócrata al cargo de primer ministro, Carlos Mota Pinto.

Y el mismo mimetismo se refleja también en los carteles electorales. Mientras que Mario Soares, con semblante preocupado, invita a los portugueses a vencer con él a la crisis, Mota Pinto llama al electorado a subirse al tren para "salir de la crisis a todo vapor".