Alfonso Guerra regresa de Argel con el compromiso de renegociar en dos meses las compras de gas natural
España y Argelia han decidido continuar las conversaciones, a nivel gubernamental, sobre cantidades y precios del gas natural licuado importado por nuestro país y sentar "los principios fundamentales de la cooperación económica, comercial, financiera y técnica", según los términos del comunicado conjunto suscrito al final de la visita oficial a Argelia del vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra. El contencioso sobre el gas seguirá pesando sobre unas relaciones que ambos Gobiernos desean ver globalizadas. En el plano político, Argelia y España coinciden en "no ahorrar ningún esfuerzo" para apoyar una solución política al conflicto del Sáhara y afirman estar dispuestas a trabajar juntas para hacer del Mediterráneo "una zona de paz".
El balance global de la visita de la delegación española arroja un resultado medianamente alentador en lo que concierne a los temas económicos, mientras en los aspectos cultural y político el margen de coincidencia es considerablemente. elevado. La primera visita oficial a Argelia de una delegción ¿el Gobierno socialista aespañol aparece, así, más como un intento logrado de sentar nuevas bases de cooperación, que un afán de plasmar soluciones concretas a problemas heredados, en el caso de nuestro país, de administraciones precedentes, como el conflicto del Sáhara y las compras de gas del Sahara y las compras de gas.Guerra precisé ayer, antes de abandonar la capital argelina, que se vislumbran posibilidades de acuerdo sobre el gas, aunque las única decisión materializada durante su visita ha sido establecer una serie de reuniones formales, muy periódicas, entre altos funcionarios del Gobierno y de las sociedades concernidas. En total se han acordado seis encuentros en los próximos dos meses, cuatro de ellos a nivel de secretarios de los dos ministerios de Energía. El ministro argelino de Energía, Belkacem Nabi, llegará a Madrid el 7 de abril próximo para negociar. Es prematuro afirmar que hay una disposición argelina para admitir una reducción de los niveles de compra de gas natural licuado (GNL) como estaba establecido en el contrato firmado por Enagas en 1975, pero no es menos significativo que España, sea cual fuere su Gobierno, no puede absorber los 45.000 millones de termias anuales previstas por ese contrato. La "voluntad política" va a ser determinante para resolver ese gran dilema, del que depende el giro que puedan tomar las relaciones económicas entre los dos países.
La cláusula "tome o pague" (take or pay) incluida en el contrato Enagas significaría, en caso de ser aplicada, que España tendría que abonar los 45.000 millones de termias (4.500 millones de metros cúbicos de GNL) incluso cuando sólo importara menos de la mitad de esa cifra. "Nosotros entendemos que ese contrato está en vigor, naturalmente, pero nos preguntamos cuáles fueron los intereses de aquella Administración para firmar un contrato por 45.000 millones de termias, cuando cono cía perfectamente la incapacidad técnica para retirar una cifra ni si quiera cercana a ese tope", subrayó Guerra.
La incógnita del gas podría verse despejada en función de una complementariedad económica que necesita un incremento muy acusado de. las. exportaciones españolas. A este respecto, el comunicado conjunto, tras señalar la intensidad de la cooperación económica y comercial, afirma que los dos países se comprometen a elaborar acciones concretas destinadas a "asegurar el equilibrio de sus intercambios comerciales sobre la base de la complementariedad existente entre sus dos economías". Traducido a gestos concretos, ello significaría que si Argelia no se sensibiliza a los argumentos españoles sobre el gas, por lo menos se compromete a no desequilibrar la balanza económica.
En el campo internacional, el vicepresidente del Gobierno dijo que básicamente los temas tratados fueron el Mediterráneo, el Sáhara occidental y el Orienté Próximo. Quedan por fijar las fechas definitivas para el viaje a Argelia de los Reyes de España, posiblemente a fines de mayo o comienzos de junio, así como el del primer núnistro argelino a Madrid.
El problema del Sahara
España y Argelia, se han pronunciado en favor de "una solución justa y pacífica" del conflicto del Sáhara occidental, basada en la aplicación de los principios y resolticiones de las Naciones Unidas y la organización para la Unidad Africana (OUA), según el comunicado conjunto. Para el vicepresidente español, el principio de la autodeterminación del pueblo saharaui ha quedado "absolutamente firme" tras la entrevista sostenilda con el responsable de las relaciones exteriores del Polisario, Salem Uld Saleck. "Ese encuentro fue muy positivo y hallamos puntos de acuerdo sobre el problema. El Polisario no nos ha solicitado mediar con nadie ni reconocer a la RASD, y por nuestra parte hemos sostenido que no debe haber manifestaciones de países que impliquen una pérdida de soberanía para los propios habitantes del Sáhara", afirmó Guerra. Según éste, los planteamientos que hace el Gobierno español podrían reunirse como sigue:
Acuerdos tripartitos de Madrid. Ya no existen, a partir del momentó en que uno de los firmantes, en este caso Mauritania, se salió de ellos. Por tanto, el Gobierno socialista español no ve la necesidad de denunciarlos. Esa posición queda centrada "en el sentido de la eficacia" de la gestión española y su voluntad de cooperar, si es necesario, al restablecimiento de la paz.
Autodeterminación de los sabarauis. El principio de autodeterminación, queda absolutamente firme y ese proceso debe materializarse mediante la aplicación, a través de un referéndum, de las resoluciones de las Naciones Unidas y la OUA.
Relaciones entre España y el Polisario. El Polisario ha solicitado oficialmente una "mayor colaboración" con España, lo cual ha sido aceptado por Alfonso Guerra, teniendo en cuenta la solidaridad y el "grado de coincidencia" existente por parte del PSOE con los saharauis. "Así se lo he expresado al Polisario, con toda claridad", diría el vicepresidente español.
Pesca en el banco sahariano. Para España debe ser reiterado, y así lo ha hecho Guerra ante Salem Uld Saleck, que en ningún texto firmado por Madrid se señala que habrá reconocimiento o una prefiguración de una soberanía sobre el Sáhara en detrimento de los derechos del pueblo saharaui. La posibilidad de pescar en la costa saharaui ha figurado entre lo discutido por el vicepresidente español con, el Polisario.
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