El Partido Nacionalista Vasco advierte que no se mantendrá pasivo ante los ataques terroristas
"El Euskadi Buru Batzar sigue creyendo en la validez de las vías de diálogo y de negociación, pero en tanto no conste una eficaz voluntad de diálogo por todas las partes afectadas, es también necesario suscitar y apoyar mecanismos de autodefensa de la sociedad". Asíse expresaba en un breve comunicado que hizo público en la tarde de ayer el máximo órgano del PNV, que se reunió bajo la presidencia de Arzallus, en sesión extraordinaria, en el barzoki (casa social) de Azpeitia, horas antes de celebrarse la manifestación por las calles de la villa para pedir la libertad de Jesús Guibert.
En el citado comunicado, se añade que "el PNV no quiere caer en la tentación de usar los métodos que por sistema utilizan sus agresores, pero quiere dejar bien claro que no va a contemplar pasivamente los ataques de que va siendo objeto por parte de algunos grupos violentos". Así de claro se expresaba el partido mayoritario de Euskadi, una vez que ha decidido hacer frente directo a los ataques dirigidos por grupos terroristas.Por su parte, el pueblo de Azpeitia protagonizó ayer la mayor manifestación que se conoce en la villa desde los tiempos en que ejecutaron a los miembros de ETA, Txiki y Otaegui, en 1975, según manifestó a este periódico el propio alcalde, Luciano Lazkano.
Tras una pancarta en la que se pedía la libertad de Jesús Guibert, que portaban los representantes de la corporación integrada por partidos como el PNV, EE, PSOE y EKA (Partido Carlista), junto a los que se encontraban el padre y una hermana del secuestrado, así como el alcalde de San Sebastián, Jesús María Alkain, más de 3.000 personas recorrieron el centro del pueblo hasta llegar al domicilio del secuestrado donde saludaron a la familia, que se asomó al balcón para mostrar su agradecimiento.
Antes de disolverse la manifestación, el alcalde leyó el texto del acuerdo tomado el pasado lunes por el ayuntamiento en el que se condenan los métodos violentos, se niega representatividad popular a sus autores y se pide la libertad de Jesús Guibert.
El Gobierno vasco y el PNV se movilizan
Cuando han transcurrido tres días desde la desaparición del industrial Jesús Guibert, secuestrado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, su familia sigue a la espera de establecer algún contacto con los secuestradores, que en este caso se habían dado a conocer inmediatamente "para evitar manipulaciones", según su comunicado. Despejaban así una de las incógnitas que últimamente solía planear como un elemento más de confusión en los recientes secuestros. La policía autónoma vasca se ha puesto a trabajar en el caso y el PNV ha pedido colaboración a sus militantes.
Este suceso ha producido, además, la respuesta policial más fuerte de las iniciadas hasta ahora por las instancias oficiales. A la oferta de veinte millones de pesetas por información que efectuara el Ministerio del Interior hay que añadir la decisión del Gobierno vasco de desplegar todos sus medios contra los autores del secuestro.
Se ha movilizado a la Ertzaina vasca, víctima también reciente de un atentado -aunque de otra índole- así como a los afiliados y simpatizantes del Partido Nacionalista Vasco, a quienes el máximo órgano de su partido ha recomendado que "canalicen toda la información de la que sean capaces en manos de sus autoridades políticas". Se comentaba ayer en medios políticos que bien podía constituir ésta una buena ocasión para demostrar la preparación de la policía autónoma, a la que se brindaba la oportunidad de desclavarse una espina.
Otros gestos acompañaron también ayer a este importante despliegue policial. Mario Fernández, vicepresidente del Gobierno vasco, se reunió con representantes de la patronal guipuzcoana Adegui en la sede de la fábrica que dirige el propio secuestrado en Azpeitia. Esta iniciativa respondía, al parecer, a la queja expresada por la citada patronal de que los empresarios guipuzcoanos no se sentían suficientemente defendidos ante la situación de inseguridad permanente en que se encuentran. El presidente de Adegui agradeció el gesto del Ejecutivo autónomo, "dada la sensación de aislamiento e indefensión de los empresarios vascos".
Asimismo, el Consejo Ejecutivo de Guipúzcoa, máximo órgano del PNV en la provincia, que preside Román Sodupe, alcalde de la localidad de Azcoitia, vecina a Azpeitia, convocó ayer una conferencia de Prensa de apoyo a la persona del secuestrado. Y hoy, a las once de la mañana, el diputado general de Guipúzcoa y los alcaldes de San Sebastián, Azpeitia y Azcoitia, "todos ellos amigos personales de mi hermano Jesús", según declaraba ayer el portavoz de la familia, Javier Guibert, asistirán a un encuentro con los periodistas para mantener informados a los medios de comunicación.
También Xabier Arzallus, presidente del Partido Nacionalista Vasco y oriundo del valle del Urola, que integran las dos localidades citadas, se ha pronunciado contra el secuestro de "un hombre al que conozco y con el que estoy ligado por unos vínculos de proyecto político".
De otra parte, existe la impresión de que la resolución del sestro, si no largo, no será lo fulminante que resultó el anterior de Miguel Echeverría, que duró siete días. El último secuestro efectuado por los comandos autónomos -que no han solido prodigarse en este tipo de atentados- fue el del tambien industrial Francisco Limousín, el mes de agosto del año pasado.
Desde entonces, los autónomos han realizado recientemente varios atentados, entre los que cabe destacar la destrucción del almacén que posee en Oyarzun la factoría Michelín. Asimismo atentaron contra las oficinas que empresas de asesoramiento, como Oteic y ATE, tienen en el centro de San Sebastián.
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