Los resultados electorales en Finlandia refuerzan la posición de los socialdemócratas
La socialdemocracia finlandesa mantiene, acrecentada en un 2,8%, su condición de partido mayoritario. El Partido de Unión Nacional (conservador) logra un incremento bastante menor del que esperaba, y los otros dos partidos que habían formado parte del actual Gobierno de coalición -el Centro Liberal y el Democrático Popular (comunista)- registran un retroceso significativo, especialmente este último, que pierde ocho escaños. Tal es el cuadro político finlandés tras el escrutinio primario de las elecciones parlamentarias generales, celebradas el domingo y el lunes pasados.
Este panorama se completa con los resultados logrados por los pequeños partidos. Entre éstos, el más relevante es el incremento de un 4,6% alcanzado por el Partido Rural, que lidera Veijko Vennamo, mientras que el Partido Popular sueco mantiene sus posiciones de 1979, la Unión Popular Cristiana retrocede y pierde tres escaños y la agrupación verde, que hizo su debú en estas elecciones, conquista un escaño en el Parlamento.La primera conclusión que puede extraerse es que, si bien el mapa político finlandés no ha sufrido cambios espectaculares, algunos datos son indicio de cambios significativos en el comportamiento de. los votantes. Así, el progreso experimentado por el Partido Rural, que basó su campaña en la lucha contra la corrupción y la inmoralidad política, revelaría que este tema preocupa y refleja, al menos parcialmente, una realidad. En los últimos tiempos, varios escándalos financieros, con posible implicación de políticos, sacudieron a la opinión pública.
Problemas para un gabinete de coalición
La otra reflexión gira en torno a las dificultades que habrá para la formación del nuevo Gobierno. El actual primer ministro, Kalevi Sorsa, manifestó, una vez conocidos los resultados, que, "si un año atrás habían existido grandes dificultades para la formación del Gobierno, ahora son tan grandes como nunca".No es aventurado establecer una relación entre el retroceso de los centristas y el éxito alcanzado por el Partido Rural. La pérdida de credibilidad de los centristas dificulta la posibilidad de un Gobierno de coalición con socialdemócratas y centristas como eje; lo que no supone que éstos vayan a quedar fuera de la coalición que se ha de formar.
El otro punto polémico, planteado ya durante la campaña electoral, es el de la participación o no en el nuevo Gobierno de los conservadores. Aunque con menos votos de los que esperaban, éstos siguen siendo el segundo partido de Finlandia. Marginados del Gobierno durante muchos años, habían manifestado su aspiración a integrarse en una posible coalición con socialdemócratas y centristas.
Las posiciones sobre esa incorporación dentro de los otros partidos eran contradictorias. Pero diversos factores -la crisis económica, la situación internacional, la necesidad de un Gobierno con una amplia base de sustentación- hacen más factible: una eventual participación de los conservadores. Las especulaciones están centradas ahora en este punto.
Las conversaciones, que se ¡niciarán de inmediato entre los líderes de los distintos partidos, despejarán las interrogantes. El Partido Democrático Popular (comunista), pese a su considerable retroceso, fruto en gran parte de sus querellas internas, mantiene veintisiete escaños en el Parlamento. Tampoco su participación en un futuro Gobierno puede descartarse.
