Antoñete, preocupado
Ya en el portón de cuadrillas, antes de hacer el paseíllo, los fotógrafos disparaban al dirigente de los matadores, Niño de la Capea, y al polémico Manzanares. A un lado estaba Antoñete, solitario, recogido y rezando en voz baja, mientras se hundía la montera mirándose en el espejo del sol. Cuando terminó, nos dijo "Estoy preocupado, porque es la primera corrida de la temporada y una plaza de mucha responsabilidad. Debían haber estado cambiadas las fechas con el festival que toreo mañana en Camas, con Manolo Vázquez, Curro Romero, Rafael de Paula y Diego Puerta". Cuando esperaba que arrastraran el último de la tarde, ya relajado, opinaba: "El primer toro ha sido el más claro, pero en general la corrida ha salido áspera". Refiriéndose a los proyectos de cara a la temporada que comienza, manifestó que no sobrepasará las 25 corridas.De otra parte, los aficionados al abandonar la plaza no tenían el talante alegre del día anterior. Se mostraban severos al enjuiciar el papel de los matadores. José Mari Manzanares se llevaba la peor parte. Ya en el hotel, el torero se defendía: "Mi primer toro gazapeaba y cuando le ponía la muleta, no la tomaba con fijeza. El otro ha sido muy violento".
Hoy tenemos doble función. En función matinal, la corrida de rejones suspendida por la huelga de subalternos. Por la tarde, la quinta de abono, con el torero de la tierra, Vicente Ruiz El Soro en el cartel.
