Armando Hart define las bases sociales e intelectuales del patrimonio cultural de Cuba

"El movimiento intelectual cubano ha estado vinculado históricamente a la lucha social. Es una simbiosis perfecta que constituye una característica de nuestro patrimonio,cultural afirmó ayer Armando, Hart, ministro de Cultura de Cuba, durante una conferencia pronunciada en el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid, lugar en el que en estos días se ofrece una muestra sobre siete artistas contemporáneos cubanos.

Armando Hart habló ininterrumpidamente durante 85 minutos e hizo un balance de la trayectoria cultural de su país antes y después de la revolución. Ese balance, dijo, consiste en que se han ampliado las opciones culturales que había antes de la entrada de Fidel Castro, y se han potenciado tanto los talentos individuales como los colectivos. "Nunca antes en Cuba hahabido mayor posibilidad de crea.ción artística", afirmó.El ministro cubano, persona vinculada en todo momento al poder desde la revolución, hizo un denso repaso histórico de la situación cultural de su país hasta llegar a 1975, fecha en la que se crea el Ministerio de Cultura, organismo que él ocupa desde un primer momento. "No sabía, ni me podía semejante. Sólo sabía que había que evitar el peligro de intervenir en la creación artística, y que tenía que eludir imposiciones a partir de sus propios gustos estéticos".

Armando Hart asegura que desde el principio de la revolución se celebraron reuniones con los integrantes de los movimientos artísticos e intelectuales. "Así, podíamos saber cuál era el pensamiento de nuestros pensadores y creadores, y podíamos propiciar un auténtico clima intelectual. Siempre quisimos que el arte penetrara en todas las esferas de la vida."

Con estos principios, Armando Hart asegura que la práctica totalidad de intelectuales y creadores estuvieron, desde el primer momento, con la revolución cubana. Y dio nombres: Amelia Peláez, Ramiro Guerra, Juan Marinero o Lezama, entre los que ya murieron. Alicia Alonso, Leo Graver o Sílvio Rodríguez, entre los artistas actuales más conocidos universalmente. Enumeró muchas de las realizaciones culturales concretas del régimen castrista: creación de escuelas de danza, de artes plásticas, de interpretación y, sobre todo, que en estos momentos tienen ya prácticamente cubierto el objetivo de que cada uno de los municipios de la República disponga de su biblioteca, su grupo de teatro, su orquesta, y todas aquellas opciones artísticas mínimas. Tuvo palabras también para los disidentes cubanos. Padilla, Valladares son "escándalos publicitarios" resumió, "promovidos por la propaganda de la alta burguesía".