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El Casco histórico de Lugo y su entorno son los más destruidos de Galicia

El casco histórico de Lugo, incluido su entorno, es el más destruido de los de las poblaciones de Galicia y uno de los cinco más devastados de toda España, según se desprende de un informe realizado por el Centro de Estudios sobre el Patrimonio Histórico Ambrosio de Morales, que fue remitido hace unas semanas al Rey, a la Xunta de Galicia, al Ministerio de Obras Públicas y al Ayuntamiento de Lugo. El estudio se propone una revisión de criterios de cara a actuaciones futuras, porque, según se asegura, "el vigente Plan de Ordenación Urbana aprobado en 1969 propicia la especulación, camuflada a veces en hipotéticos intereses de valoración histórico-artística'.

Tanto el alcalde de la ciudad, José Novo Freire, de UCD, como Adolfo de Abel Vilela, delegado provincial de Cultura, también presidente de la comisión provincial del Patrimonio Histórico-Artístico y autor de tres obras sobre la muralla lucense, admiten en que existen importantes deficiencias urbanísticas que el segundo no duda en calificar de "auténticas calamidades", aunque ambos coinciden en que el informe se ha realizado sobre unos criterios "muy respetables, pero también muy opinables".El Centro Ambrosio de Morales asegura que "la ciudad se vio plagada de obras ilegales que tienen -hoy cumplida y lamentable continuación", y propone una revisión de criterios coincidiendo con el debate que en ciertos sectores de la capital se mantiene sobre la conveniencia de realizar el trazado de la ronda interior de la muralla romana tras el derribo de 85 edificios adosados a su parte exterior, realizado en 1972, y que motivó la restauración de 7.500 metros cuadrados de parámetros y la reconstrucción de cinco cubos.

La muralla romana de Lugo, levantada entre los años 265 y 325 d. de C., declarada monumento nacional en 1921, que tiene un perímetro de 2.140 metros y en la que se conservan 72 de los 85,cubos primitivos, es el más importante emblema de la ciudad. La fortificación pertenece a un "estilo legionario hispánico", como los recintos de Astorga, León, Gerona y Zaragoza, todos ellos en peor estado de conservación.

La exigibilidad de Lugo frente a su recinto comienza a agravarse de forma especial desde 1900, en que se suceden aperturas y ampliaciones "con un sentido reventador del casco antiguo", en opinión del Centro Ambrosio de Morales, que también -asegura que "a partir de la década de 1930. una teoría de gigantismo urbano macizador de espacios y destructor de escalas fue colmatando el recinto intramuros de Lugo y su entorno inmediato mediante fórmulas arquitectónicas, primero, racionales; después, seudobarrocas, y por último, seudofuncionalistas".

Especulación deleznable

Así, la ciudad de Lugo amurallada, con un interior prácticamente nuevo, refleja las concepciones urbanísticas y la estética arquitectónica del seudodesarrollismo español de los últimos veinte: años". El centro histórico fue sometido a "brutales exigencias de la especulación irracional, técnicamente deleznable, estética y socialmente desfasada, conceptualmente nula", aseguran los redactores del estudio.Novo Freire no dudó en asegurar a este respecto que, "comparando con otras ciudades españolas, en Lugo no se han hecho grandes disparates, aunque sí se han cometido atropellos, de los que no hay que culpar al Ayuntamiento, porque no hace otra cosa que ajustarse a lo que ordena la comisión provincial del Patrimonio o la Dirección General de Bellas Artes. Precisamente. desde que yo estoy aquí fue esta dirección general la que cometió los mayores disparates urbanísticos, autorizando obras que nunca debió autorizar".

"De todos modos", continuó el alcalde, "yo recomendaría a los del Centro Ambrosio de Morales que se viniesen a vivir a Lugo para poder conocer la auténtica realidad. Porque desde hace años se intenta conservar el recinto intramuros, y al menos durante el mandato de la actual Corporación no se han producido atentados".

Lugo ofrece en general una imagen de ciudad moderna en la que, sorprendentemente, aparecen hasta iglesias medievales. Todo ello lleva al Centro Ambrosio de Morales a asegurar que el entorno del monumento del recinto histórico presenta hoy caracteres que no dudan en calificar de "dramáticos", y señalan como pruebas más efectivas. el que la arquitectura seudotradicionalista acalla inexcusables derribos y atenúa exagerados volúmenes mediante galerías o retículas que cubren fachadas.

En opinión de los especialistas, la situación que se viene manteniendo se debe a la ineficacia de los responsables municipales -lo que lógicamente niega el alcalde- y de la comisión del Patrimonio. Y como prueba, señalan la transformación de la Puerta de San Fernando en 1967, que se realizó, sin serios obstáculos, cuando las murallas llevaban ya 46 años declaradas monumento histórico-artístico de carácter nacional, y el carpetazo que en 1974 se dio al expediente de infracción urbanística incoado a una entidad bancaria tras la ilegal demolición de varios inmuebles.

Para el delegado provincial de Cultura, y tras dejar sentado que "nadie posee la verdad en esta materia, aunque todos tengamos nuestras pequeñas razones", en un país en el que la propiedad privada está protegida por las leyes, "resulta harto difíl conciliar los intereses de los propietarios con los que, en vez de solares y antiguos edificios en lugares o conjuntos monumentales, poseen criterios estéticos. Una política de sanciones para los hechos consumados, de estricto cumplimiento para las ordenanzas del Plan General y de criterios estables evitaría los agravios comparativos y muchas de las infracciones que se producen.

No obstante, y como se entiende que ahora se atraviesa por un momento crítico, de cara a la futura conservación del patrimonio histórico de Lugo se considera la necesidad de seguir una política de congelación del proceso de demoliciones y de promoción de obras de consolidación.

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