_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La sinsustancia

Rosa Montero

A los antiabortistas de la manifestación madrileña se les subió una pegatina a la solapa, una pegatina camuflada en rojo izquierdas, que es una coloración inadecuada: mas propio hubiera sido un rosa dubitativo, un amarillo vaticano, un gris estricto y sepulcral. Había cientos de miles de pega tinas que alguien debió pagar, del mismo modo que se pagaron los abundantes panfletos volanderos, los pasquines murales, los anuncios en prensa, las vallas publicitarias y los spots que se pasaban en los cines, que consistían en imágenes del Papa martilleando herejes verbalmente y en un aderezo de ni ños mongólicos felices, bien vestidos, bien nutridos, jugando en algún parque (hay mongólicos que no tienen tanta suerte y que, son corridos a pedradas en los su burbios).Las derechas nunca han escatimado el dinero para la difusión de sus ideas, quizá porque siempre han tenido mas de aquél que de éstas. Se lanzan sobre los temas con un entusiasmo económico admirable, preparan movilizaciones del mismo modo que se prepara la entrada en el mercado de un nuevo producto, venden vida como quien vende coca-cola y así van capturando uno a uno a sus clientes.

Llevo muchos días esperando una respuesta a la campaña publicitaria antiabortista. Pero el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), partido del Gobierno, único que puede hacerlo, no contesta. Los socialistas permanecen agazapados en las sombras del Estado, jugando al escondite inglés consigo mismos, creyendo quizá que con colar su minimo proyecto del aborto cumplen su compromiso con la historia.

Cuando ganó la rosa yo pensé que el cambio sería sobre todo mental: los poderes embisten, los fácticos acechan y, en semejante tesitura, la mayor revolución posible es cultural. No importa que el proyecto del aborto sea menguado, si el PSOE abre un debate sobre el tema, si explica, si intenta convencer, si construye razón a razón un futuro menos esclavizador y ultramontano.

Pero el PSOE parece preferir ir de puntillas, flotar por los salones estatales como ángel asexuado del silencio, vaciarse de ideología y de proyecto. He perdido de vista la utopía: triunfa la ambigüedad, la sinsustancia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_