País Vasco, Marbella y Valmojado, tres puntos críticos para Interior

La gestión de José Barrionuevo al frente de Interior ha permanecido en estos cien días envuelta en permanente polémica, que se inició con la muerte en enfrentamiento con la policía del grapo Martín Luna, continuó con su afirmación de que la pacificación de Euskadi pasaba porque los terroristas entregaran las armas a la Guardia Civil y se cierra con su propuesta de plantear una ley para terroristas arrepentidos, similar a la que tanto éxito ha dado en Italia frente a las Brigadas Rojas. No ha tenido tregua en el acoso terrorista.

Tampoco ha estado a salvo, como sus antecesores, de un trágico error policial, que en esta ocasión fue la muerte de un niño en Valmojado por disparo de un guardia civil, en un control no señalizado.Resolvió con éxito el secuestro del industrial Orbegozo y el atraco al Banco de Andalucía de Marbella. Ha cambiado a todos los gobernadores civiles -poniendo a tres mujeres al frente de tal responsabilidad- y a los altos mandos policiales. Interior afirma que ya no se tortura, aunque. no está suficientemente probado que no exista la posibilidad de malos tratos en algunas comisarías.

El bautismo parlamentario de Barrionuevo dio las pautas de que se estaba ante un ministro polémico. Cuando el diputado de Euskadiko Ezkerra, en el transcurso del debate sobre la muerte del grapo Martín Luna, le hizo la observación de que nada parecía haber cambiado, el ministro respondió: "Respecto a que nada ha cambiado, sería bueno que no murieran los policías en enfrentamientos. Eso ya sería un cambio", dijo. Los diputados de la derecha prorrumpieron en aplausos, seguidos de felicitaciones públicas. Los parlamentarios de la izquierda quedaron clavados en sus asientos.

Cambió todo el aparato policial en las primeras semanas, sin contar apenas con la Unión Sindical de Policía (USP) -sindicato que se sentía llamado a protagonizar el relevo-, además de todos los gobiernos civiles y todas las direcciones generales. El criterio aplicado fue, según fuentes cercanas al ministro, el de la profesionalidad, hasta el punto de que uno de los cargos más importantes -el jefe superior de Madrid- se le asignó a un funcionario -Antonio Garrido- que se distinguió en la aplicación de técnicas policiales anteriores al régimen democrático.

El éxito de la Guardia Civil conseguido con la liberación de Orbegozo, cuando ETA había decidido la muerte del industrial, se empañó ligeramente con la decisión del ministro de perseguir la figura del intermediario en los secuestros (en este caso, el de José Félix Eriz), lo que produjo seria preocupación en medios jurídicos y lo que no impidió que se pagase un elevado rescate por el nieto del industrial Patricio Echeverría sólo unos días más tarde. El Gobierno reconvino a su ministro, señalando que no facilitaría la resolución de los secuestros con rescates, pero que no impediría acciones humanitarias

Fricciones en las fuerzas de seguridad

Ha habido en este tiempo fricciones en el seno de las fuerzas de seguridad: La USP, al parecer, no está dispensando a este equipo ministerial la ayuda previsible; los mandos de la Policía Nacional forzaron la retirada de una circular que disponía la sumisión de sus oficiales al Cuerpo Superior; la Guardia Civil puso de manifiesto su disgusto por la actuación del equipo ministerial en el caso Valmojado (Barrionuevo llegó a decir que cuando el ministro habla los generales de la Guardia Civil obedecen y que es preferible no detener a un delincuente antes que lesionar a un inocente), etcétera.No obstante, esas fricciones no han empañado la eficacia de brillantes acciones policiales -fruto algunas de ellas de una mayor colaboración de las autoridades francesas, aunque esta es juzgada aún insuficiente- tales como la detención de los comandos Pagasarri y Talde, de ETAm y ETApín, respectivamente, responsable este último de los secuestros de Mirentxu Elósegui y Saturnino Orbegozo, entre otras acciones que les achaca el mando policial; la resolución del espectacular atraco al Banco de Andalucía de Marbella en menos de un mes o la detención de los autores de un fraude a la Seguridad Social de 1.100 millones

En el plano legislativo, el ministerio del Interior ha estado presente en los procesos de elaboración de leyes orgánicas tales como la de reunión y la modificación de la ley de Enjuiciamiento Criminal en materia de prisión, y se ha enfrentado al ministro de Justicia en la elaboración de la ley de asistencia letrada al detenido.

En el plano del protagonismo que caracteriza la gestión de Barrionuevo, se le achaca -junto a Narcís Serra- ser uno de los causantes de la no modificación del sistema de elección de los alcaldes. Con la fusión de la Policía Nacional y del Cuerpo Superior de Policía, apenas avanzada en estos cien días, el Gobierno pretende que en el futuro haya únicamente dos policías: la estatal (Cuerpo Superior y Policía Nacional) y la te,rritorial (policías autonómicas y municipales), además de la Guardia Civil, de la cual, la reciente muerte de un niño de dos años en un control nocturno en el pueblo toledano de Valmejado, pone de relieve la necesidad no sólo de modificar el reglamento de 1943 por el que se rige el instituto, sino la filosofia general del inismo.

El programa electoral del PSOE cambió la intención socialista expresada en un debate en la anterior legislatura de desmilitarizar la Guardia Civil, traduciéndola a una mayor dependendencia del Mínisterio del Interior, sin perder con ella su condicion militar. Uno de los objetivos concretos es sustraer el control del Estado Mayor del Cuerpo de manos del Ejército. Barrionuevo, que no se cansa de hablar del espíritu de sacrificio de la Guardia Civil como contrapartida a la imagen de la Espáña negra con que frecuentemente se le asocia, está convencido de que este cuerpo está llamado a jugar un papel insustituible, fundamentalmente en el mundo rural y en la vigilancia costera y de aduanas.