Riesgos y desafíos de las nuevas tecnologías informativas en la sociedad posindustrial
Después del progreso, la comunicación. Esta es idea que parece mover a organismos internacionales y especialistas en sociología de los mass media en los análisis cada vez más frecuentes que hacen de los nuevos medios -telemática, televisión por cable y por satélite, teleimpresión y teletransmisión-. Para algunos, estos medios prometen una nueva "aldea global"; otros hablan de una democracia electrónica; otros vaticinan un totalitarismo planetario y otros denuncian estos medios como instrumentos de mayor distanciamiento entre países pobres y ricos.
En el umbral de esta nueva era tecnológica y después del espectacular desarrollo de los medios audiovisuales, la Organización de las Naciones Unidas ha declarado 1983 el Año de las Comunicaciones y ha recomendado a la Unesco la profundización en el estudio y debate de la aplicación de las nuevas tecnologías comunicativas.Según todos los indicios, estas nuevas dimensiones de la comunicación están produciendo una revolución no sólo en el plano económico-productivo, sino también en el cultural, no sólo en la esfera de la libertad individual, sino también en el ámbito de la libertad colectiva. Por otra parte, a pesar del ritmo de crecimiento de los medios de comunicación en los países en vías de desarrollo, estos últimos no ven superado el abismo que les separa de los países que comienzan a instalarse en la era del posindustrialismo.
La Unesco quiere hacer especial hincapié este año en las condiciones que plantea la nueva situación con respecto a la comunicación entendida al servicio integral del hombre. Este organismo internacional ha abandonado, como explica José Antonio Vaca de Osma, presidente de la comisión española de la Unesco, la consideración de los datos que supongan un enfrentamiento directo o un punto de fricción entre países industrializados y en vías de desarrollo, "y pretende profundizar en la comunicación como problema y en la ayuda a los países con escasos medios propios de comunicación".
Este año de las comunicaciones sirve también de punto de partida a la Unesco para poner en marcha su programa sobre La comunicación al servicio del hombre, aprobado en la cuarta reunión extraordinaria, celebrada en París entre los días 23 de noviembre hasta el 3 de diciembre del año pasado. Este programa se ha previsto para cinco años (1984-89), con sus correspondientes secciones bienales.
A la vista del estado de la comunicación es necesario para la Unesco "diversificar las soluciones a los problemas de la comunicación, salvaguardando el pluralismo, con el fin de responder a las necesidades y los valores de cada pueblo; estimular la libre circulación y una difusión más amplia y mejor equilibrada de la información". Estos desequilibrios se refieren tanto a las capacidades probesionales como tecnológicas.
La Unesco expresa su préocupación por las repercusiones que las transformaciones tecnológicas en el ámbito de la comunicación pueden tener para la cultura, la, educación y la ciencia, y formula un nuevo llamamiento para la continuación y fortalecimiento del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC), con el fin de que se llegue a un nuevo orden mundial. de la información y se facilite la libre circulación y el derecho de acceso a la comunicación.
La agencia especializada de la ONU para la ciencia, educación y cultura refuerza estos argumentos en las cifras estadísticas aproximadas, en las que incluyen referencias a los medios de comunicación y a las industrias culturales.
En la última edición del Anuario Estadístico de la Unesco, publicado a finales de 1982, recoge tablas referidas a circulación y consumo de periódicos, número de emisoras y aparatos de radio y número de emisoras y aparatos de televisión.
Aumento de los medios audiovisuales
Aunque las cifras sobre medios de comunicación recogidas en el anuario de la Unesco se refieren al período 1976-1979 (algunas llegan hasta 1980), constituyen, sin embargo, un serio indicador de la evolución de la comunicación en los últimos años. No obstante, las cifras hay que analizarlas con las debidas reservas, dadas las dificultades que ha tenido la Unesco para determinar la fiabilidad de muchos datos proporcionados por fuentes oficiales.El primer dato que señalan los especialistas es que en el período cuyas cifras se han recogido ha aumentado considerablemente el número de receptores de radio y de televisión, lo que equivale ya a la prevalencia de la cultura audiovisual sobre la cultura escrita. Sobre estos datos se pregunta el sociólogo de la comunicación Francis Balle si realmente no nos encontramos ya ante el final del monopolio de la Prensa en el mundo de la información.
Los nuevos medios llegan, sobre todo, de los soportes audiovisuales, a pesar de los esfuerzos de la Prensa por subsistir con la introducción de la teleimpresión y la introducción de videoterminales para la edición. Los expertos no vaticinan la desaparición de la Prensa pero sí el paso a un nivel de consumo menos masivo, aunque probablemente con mayor poder ideológico.
De las estadísticas de la Unesco se puede deducir también qup, a pesar de los esfuerzos de colaboración entre las diversas áreas de la comunidad internacional, subsisten e incluso se agravan las diferencias entre países ricos y países en vías en desarrollo. Por otra parte, la radio continúa siendo uno de los principales medios de comunicación de estos últimos países.
Peligros de totalitarismo
En estas estadísticas no está recogido, el desarrollo de los medios más modernos de televisión por satélite o cable, videotexto y teletexto, tecnologías, entre otras, que preocupan en diversos sectores, fundamentalmente en el de la sociología y la cultura. El especialista italiano Giulio Nascimbeni recuerda que el presente año dedicado a las comunicaciones precede a 1984, fecha que ha dado título a una novela de George Orwell en la que el escritor prefiguró una sociedad totalitaria -el gran hermano como símbolo antropomórfico del poder-.
