El presidente del Gobierno garantiza a la patronal bancaria que los bancos de Rumasa se privatizarán una vez saneados

El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer al presidente de la Asociación Española de Banca Privada (AEB), Rafael Termes, que la expropiación de los bancos de Rumasa no es "un primer paso en la nacionalización del sector" y garantizó que las citadas entidades volverán al sector privado una vez hayan sido saneadas, según declaró ayer el representante bancario a la salida de una entrevista de más de dos horas con el presidente en su residencia del palacio de la Moncloa.

Termes, que calificó su entrevista con el presidente González de "normal, si no fuera por las circunstancias en las que se ha producido", expresó la satisfación del sector bancario privado por el comportamiento del Gobierno en la crisis de Rumasa ya que, dijo, hay que tener en cuenta en que especiales circunstancias en que el Gobierno hizo uso del recurso de la expropiación. "No hay ningún tipo de inquietud por la medida", dijo.El presidente de la AEB señaló que el objetivo de su entrevista con el presidente González era "pasar revista a la situación financiera" y confirmar, de la boca del presidente, "lo que el ministro Boyer había explicado". "Es inten ción del Gobierno", dijo el representante bancario, poner en orden el grupo bancario de Rumasa y volver luego sus bancos al sector privado. Nos parece muy bien esta política".En este sentido, el directivo de la AEB calificó la decisión del Gobierno de nacionalizar las propiedades y bancos de Rumasa de razonable y señaló que existen dos razones para considerarla de esta manera: en primer lugar, el hecho de que los bancos fueran propiedad de un holding industrial, lo que hacía dificil otro tipo de solución a la adoptada. Y, en segundo lugar, según Termes, el hecho de que el volumen y tamaño de los bancos afectados "hubiese hecho insoportable para la banca privada el esfuerzo de saneamiento".Aun reconociendo la satisfación del sector privado de la banca por la expropiación, Rafael Termes desmintió la existencia de supuestas presiones de la gran banca privada sobre el Gobierno para que éste procediera con energía en el caso de Rumasa. "El Gobierno ha tomado la decisión sin consultar a la banca". "Hay que tener en cuenta que los problemas de los bancos de Rumasa no eran los típicos del sector", dijo.

Ofrecimiento de colaboración

El presidente de la AEB proclamó que, tras la entrada de las entidades de crédito del grupo de la abeja en la esfera pública, consideraba cerrada la crisis bancaria. "Se puede afirmar", señaló, "que, al margen de las cooperativas de crédito, que caen fuera de la esfera nuestra, el sistema financiero no ofrece riesgos de nuevas crisis".

Tras la entrevista con el presidente de Gobierno Rafael Termes ratificó el ofrecimiento de la banca privada de colaborar con el Gobierno, incluso -dijo- aunque tenemos nuestras diferencias sobre la política económica que sigue el Gobierno, pero no los objetivos. El presidente de la AEB señaló que, así como expresa el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reciente bosquejo de informe sobre la economía espfiola, "creemos que las medidas fiscales, salariales y, en general, la política laboral, no concuerdan con los objetivos proclamados de reducir la inflación".Con anterioridad a su visita al presidente en la Moncloa por la tarde, Rafael Termes desayunó con el grupo de las periodistas del Ritz. Ante ellas, el representate bancario insistió en que 9a decisión del Gobierno no ha producido inquietud". Termes afirmó, asimismo, que la AEB ha lanzado ya su reto: "Hacerse cargo de los bancos de Rumasa, una vez saneados por el Estado".El resumen de las afirmaciones de Termes a las periodistas, según Efe, fue el siguiente: piensa que el Gobierno no nacionalizará la banca, dice que la expropiación de Rumasa no ha producido inquietud, asegura que Ruiz-Mateos puede equivocarse pero no mentir, que Boyer ha sido imprudente, y nó duda de la sinceridad y eficacia del presidente del Gobierno.Cuando el pasado día 23 Miguel Boyer coge el teléfono, poco antes de las once y media de la noche, para comunicar al presidente de la patronal bancaria la decisión del Gobierno de expropiar Rumasa, Termes no se llevó -ninguna sor presa. Un primer momento de te mor -"porque era un precedente funesto que abría el camino de las nacionalizaciones"- dio paso a una triste comprobación: "Lo que desde hacía tiempo habíam ' os pen sado, que si algo ocurría con Ru masa nosotros no podríamos re solverlo porque el conflicto es de masiado grande y trasciende a nuestra competencia".El ministro de Economía y Ha cienda le avanzó la información como tantas otras veces, como cuando la devaluación de la pese ta, Termes sólo hizo una pregunta: ¿El Atlántico también?. Boyer respondió: "Sotillos va a leer aho ra la declaración". Por el contra rio, Termes no pudo hablar con Ruiz-Mateos. Desde el sábado Termes intentó hablar con el em presario inútilmente. El presidente de Rumasa no se pudo al teléfono Ante tan importante decisión del Gobierno la posición de la banca era clave. Rafael Termes, en repre sentación de la banca privada, está optimista y tranquilo: "La decisión del Gobierno no ha producido inquretud".Disconformidad con la forma

La disconformidad de Termes con la expropiación es más con la forma que con el fondo. El se venía venir queda matizado por "el procedimiento no me gusta". La crítica de la banca al Gobierno es, en este caso, leve: "La declaraciones de Miguel Boyer fueron imprudentes". La solidaridad de la banca española con Rumasa se circunscribe a la persona del empresario: "Generoso, sencillo, emprendedor, sincero, movido por el logro no por el lucro. José María Ruiz Mateos se puede equivocar pero no mentir". Pero la admiración y el repeto por el empresario no tiene nada que ver con los negocios: "Este tema nos trasciende. No es un problema del sector bancario, sino del Estado porque afecta a sectores que no tienen nada que ver con nosotros.

La AEB ha lanzado ya su reto: "Hacerse cargo de los bancos, una vez saneados por el Estado". La banca no tenía interés en quedarse con los bancos de Rumasa, dice Efe, pero ahora que son del Estado. Está dispuesta a hacerlo aportando el esfuerzo y el dinero necesarios para evitar que el sector público controle el crédito.

La concentración de riesgos, la no transparencia de la situación de sus empresas, y la sobrevaloración de los activos son para Termes datos a tener en cuenta para explicar la situación y el desenlace de Rumasa. Por último, sobre Ruiz-Mateos declaró: "Me chocaría mucho que pudieran procesarle, porque es incapaz de hacer una inmoralidad".