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La visita de Tijonov a Atenas ha reforzado los lazos bilaterales entre Grecia y la URSS

La visita oficial a Grecia que acaba de realizar el primer ministro soviético, Nikolai Tijonov, ha dado ocasión al Gobierno socialista griego para expresar de forma inequívoca su voluntad de llevar a efecto una política independiente en el seno del bloque occidental, según señalaban ayer los observadores políticos en Atenas.Oficialmente, se ha insistido por ambas partes en la dimensión económica bilateral de esta visita, la primera de un jefe de Gobierno soviético a Grecia, y se ha firmado un amplio acuerdo de cooperación económica para los próximos diez años.

Pero la visita ha permitido al primer ministro griego, Andreas Papandreu, reafirmar sus posiciones, fundamentalmente sobre el desarme, las relaciones entre el Este y el Oeste y la situación en Oriente Próximo, que son las que hacen rechinar los dientes a los aliados de Grecia en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Esta visita se ha efectuado, además, en un momento en que entre Atenas y Washington se están celebrando unas delicadas negociaciones sobre el porvenir de las bases norteamericanas en Grecia.

Papandreu ha sido el único dirigente de la OTAN que ha calificado de "positiva" la reciente propuesta del Pacto de Varsovia de un acuerdo de no agresión.

El largo comunicado greco-soviético publicado ayer reafirma esta posición griega y desarrolla ampliamente las posiciones del Kremlin sobre la necesidad de detener la carrera armamentista y de crear zonas desnuclearizadas en Europa.

Tijonov aprovechó su visita a Atenas para dirigir una nueva advertencia contra los proyectos de despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio en Europa occidental y ha tratado también de consolidar las buenas relaciones con un país cuya importancia estratégica en el Mediterráneo oriental es considerada esencial en Moscú.

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A propósito de la situación en Oriente Próximo, el comunicado final muestra una amplia convergencia de puntos de vista entre las posiciones de Grecia y la Unión Soviética. Grecia es el único país de la Comunidad Económica Europea que ha concedido estatuto diplomático a la Organización para la Liberación de Palestina.

Por lo que se refiere a la disputa greco-turca, los observadores han comprobado que existe una clara reticencia por parte soviética a sumarse a la "inquietud" expresada por Atenas a propósito de la "tensión existente" en el mar Egeo.

En el plano bilateral, la visita de Tijonov debería dar un mayor aliento a la cooperación greco-soviética en todos los campos. Como primera decisión concreta figura la próxima construcción, en el norte de Grecia, de una fábrica de aluminio con capacidad para producir 600.000 toneladas anuales, 380.000 de las cuales estarán destinadas a la Unión Soviética.

La visita de Tijonov podría tener, finalmente, efectos favorables para las relaciones entre Papandreu y los comunistas griegos. Moscú podría insistir ante los comunistas griegos para que atenúen su oposición a la política económica de los socialistas, cuyo no alineamiento es muy apreciado en la URSS.

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