Irán pretende que la guerra con Irak derribe al régimen 'impopular' de Hussein

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Ali Akvar Velayati, declaró ayer en Belgrado que su país no pretende dictarle al pueblo iraquí el tipo de régimen que tenga que gobernarle. "Esa es una cuestión interna del pueblo iraquí", respondió Velayati a una pregunta sobre si entre las condiciones para el fin de la guerra sigue figurando el cambio de régimen de Bagdad. "No es nuestro deber ni nuestra tarea nada al respecto", aunque añadió que el régimen iraquí fue impuesto hace quince años en un golpe de trayectoria impopular.La caída del régimen del Baas iraquí "no es nuestra condición para poner fin a esta guerra, pero confiamos en que ese pueblo, al que tantos lazos históricos, culturales y religiosos nos unen, se libere de régimen tan impopular".

Preguntado por EL PAIS acerca de la posibilidad de que Irán restablezca con Estados Unidos relaciones diplomáticas hasta llevarlas al mismo nivel de las existentes con la Unión Soviética, Velayati objetó que "no hay razón para que entablemos relaciones amistosas con Washington". Recientemente, el diario The Washington Post creyó haber visto signos de una mano iraní tendida hacia la mejora de trato con el gran satán soviético, según la terminología de los ayatollahs. Velayati acusa a Estados Unidos de no haber interrumpido su política "de animosidad contra Irán" desde el golpe de 1953 que restauró al sha.

Israel no ayuda

A la pregunta de un periodista egipcio sobre si es verdad que la República Islámica se ha beneficiado de envíos israelíes de armamento para sus ofensivas contra Irak, el ministro persa dijo que "si Israel decidiera darle armas a un país, escogería a países amigos como Egipto o Irak".

Preguntado por un periodista palestino sobre la razón del enfriamiento entre Irán y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Velayati respondió que los representantes palestinos siguen siendo muy apreciados en Teherán, donde después de la revolución "se les entregó la embajada que Israel tenía en tiempos del sha". Pero puntualizó que Irán está en contra de cualquier tipo de compromiso con Israel y que en los territorios ocupados de Palestina hay lugares, como la mezquita de Al Axa, "que nos dan el derecho a pronunciarnos sobre ellos como musulmanes, sin que un solo país pueda decidir de cosas tan sagradas en exclusiva".

Fuentes próximas a las conversaciones oficiales irano-yugoslavas señalan que no se ha tocado el tema de la guerra y que este ha sido el diálogo irano-yugoslavo más cordial desde hace mucho tiempo. Hasta hace seis meses Yugoslavia apoyó la candidatura de Bagdad para la séptima cumbre de los países no alineados, que, tras la renuncia voluntaria de Irak, tendrá lugar a primeros de marzo en Nueva Delhi. El deshielo entre Teherán y Belgrado comenzó cuando, extraoficial pero públicamente, un alto político yugoslavo calificó el ataque contra Irán de compló imperialista. Hace pocos días, el primer comunista yugoslavo, Mitja Ribicic, declaró que Irán había sido agredido por un Irak que prefirió la guerra al diálogo".