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El valle del Tiétar se moviliza contra una presa que sumergiría dos pueblos

Con el lema de No a la presa, los hasta ahora tranquilos vecinos de la localidad abulense de Lanzahíta han comenzado una campaña en contra de la construcción de la presa de Arenas, en el río Tiétar, campaña a la que se han sumado los habitantes de otros doce pueblos que se verían afectados en caso de llevarse a cabo el proyecto actual. Los pueblos de Hontanares y La Higuera quedarían bajo las aguas, con grave perjuicio para agricultores y ganaderos. Mientras tanto, responsables del Ministerio de Obras Públicas han intentado tranquilizar a los afectados indicando que no hay nada definitivo.

"En Lanzahita estamos muy indignados por el secreto y el sigilo con el que se ha llevado esto y con el hecho de que no se nos haya facilitado información ni datos técnicos", ha manifestado su alcalde, José Carlos Blázquez. Esta opinión ha sido corroborada por el responsable de la surcursal de la Caja de Ahorros de Avila, para quien la falta de información está generando indefension, y "hay muchas operacion es económicas y comerciales que se han congelado al conocerse el proyecto".Hasta el pasado día 3 de febrero Lanzahita era un pueblo tranquilo situado a espaldas de la sierra de Gredos, en la vega del río Tiétar, y dedicado a la agricultura, principalmente espárragos y cultivos hortofrutícolas, y a la ganadería Ese día se recibió en el Ayuntamiento una llamada telefónica del Ministerio de Obras Públicas en la que se anunciaba que llegaría al pueblo un grupo de ingenieros para efectuar trabajos de campo y medir las parcelas que resultarían afectadas por la construcción de la presa, según su alcalde. A partir de entonces se inició una campaña con los objetivos de buscar información y de realizar acciones de protesta.

Trece pueblos afectados

Estas últimas tienen su expresión gráfica en las pancartas situadas a orillas de la carretera, en las que se pueden leer frases como: "Nos dejan en la calle si nos inundan el valle. No al pantano", y en las respuestas de los vecinos a los forasteros que preguntan por el Ayuntamiento, hasta tanto éstos demuestran que no son los ingenieros de Obras Públicas o los promotores de la obra. "Al que venga a tomar medidas de las tierras le calentamos", señaló Moisés Sánchez, una de las cabezas visibles del partido Centro Democrático y Social en la localidad, tras corroborar las palabras del alcalde sobre los graves perjuicios económicos que la construcción de la presa acarrearía para los habitantes de Lanzahita. Por su parte, el candidato socialista a la alcaldía en las próximas elecciones se manifestó también en contra de la construcción de la citada presa.De acuerdo con la información que las tres comisiones elegidas por los vecinos de la comarca han podido reunir, en caso de llevarse a cabo el anteproyecto existente, se verían afectados trece pueblos de Avila y Toledo. Las localidades abulenses de Hontanares y La Higuera, que cuentan entre las dos con más de quinientos habitantes, quedarían sumergidas bajo las aguas, por lo que sus habitantes tendrían que ser trasladados a otros lugares. Lanzahita, Mijares, Gavilanes, Pedro Bernardo, Casa Vieja y Santa Cruz del Valle, por Avila, y Navamorcuende, Sartajada, Iglesuela, Buenaventura y Parrilas, por Toledo, serían las restantes localidades afectadas.

La historia más reciente de la llamada presa de Arenas, que se construiría dentro del término municipal de Arenas de San Pedro, según el anteproyecto actual, arranca el 8 de diciembre de 1981, al publicarse en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto Ley 18/ 1981, de 4 de diciembre, sobre medidas excepcionales para el aprovechamiento de los recursos hidráulicos, escasos a consecuencia de la prolongada sequía. En el artículo segundo se establecía que quedaban incorporadas al Plan General de Obras Públicas las veintisiete que se relacionaban en el anexo de esta disposición, entre las que se encontraba la de Arenas.

"Sin embargo, lo que más nos preocupó era un real decreto de la misma fecha del anterior, y al que complementaba, en el que se decía que todas las obras destinadas a allegar recursos de agua o mejorar las condiciones de aplicación de los mismos tendrán la consideración de interés general y llevan implícita la declaración de urgencia a efectos de la expropiación forzosa de las fincas afectadas", según José Carlos Blázquez.

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Tras múltiples gestiones por parte de las tres comisiones constituidas se ha logrado saber que, de llevarse a cabo el anteproyecto actual, la cola de la presa tendría una longitud de 35 kilómetros y una anchura de cinco kilómetros.

12.000 hectáreas afectadas

Los agricultores y ganaderos, que son mayoría en los pueblos relacionados con el proyecto, serían los más afectados por la construcción de la presa, ya que quedarán bajo las aguas entre 10.000 y 12.000 hectáreas de tierras muy fértiles, que conforman la vega del Tiétar y que suponen la principal fuente de ingresos de los habitantes de los trece pueblos antes citados.El espárrago es uno de los cultivos más importantes de la zona, sobre todo en Lanzahita, donde se recogen cada año 1.400.000 kilos de este producto, y proporciona trabajo a quinientas personas durante la época de recolección, según el presidente de la Cámara Agraria. "En caso de que se construya la presa, la vega de Lanzahita quedaría inundada y perderíamos nuestra principal fuente de ingresos, por lo que nos veríamos obligados a emigrar", añadió.

Otro tanto sucedería con las vegas de Gavilanes, Pedro Bernardo y Mijares, donde además del espárrago se dan también manzanas, peras, tabaco, sandías y otros productos hortofrutícolas. Entre los perjuicios que ha ocasionado ya este proyecto destaca la paralización de la construcción de una fábrica de conservas vegetales en Lanzahita, destinada a la transformación de los productos antes citados.

Los habitantes de los pueblos afectados, principalmente agricultores y ganaderos, se han puesto en marcha para defender sus intereses, por lo que han elegido tres comisiones y han celebrado dos asambleas. La última de ellas tuvo lugar el viernes de la pasada semana, en la iglesia de Gavilanes, y asistieron unas mil personas. En ella se acordó proseguir adelante con las acciones emprendidas.

Los miembros de las comisiones se han entrevistado ya con las primeras autoridades de Avila, que les"han prometido su ayuda, y con dirigentes del Ministerio de Obras Públicas, para exponerles su problemática.

No hay nada definitivo

Mientras tanto, Manuel Martín Pantoja, ingeniero director del estudio de anteproyecto de la presa, ha señalado que no hay nada definitivo, ya que hasta el momento es sólo un anteproyecto en el que se contienen diversas soluciones, y ha reconocido que se han efectuado estudios de campo, entre los que destacan las mediciones de tierras con vistas a las expropiaciones que haya que realizar.Los partidos políticos también han comenzado a moverse, debido fundamentalmente a la proximidad de las elecciones municipales. Así, José María Aznar, diputado de Alianza Popular, ha formulado nueve preguntas por escrito al ministro de Obras Públicas y Urbanismo sobre los datos técnicos de la presa, así como sobre si el Gobierno tiene la decisión de construir el citado embalse, que serviría para regar las provincias de Toledo y Cáceres.

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