Sidney Pollack explica en 'Tootsie' lo que le ocurre a un hombre cuando descubre a la mujer que lleva dentro

A un día por país le está saliendo a Sidney Pollack la gira que está realizando por todo el mundo para anunciar el estreno en España de la película Tootsie, de la que es director y productor. Un productor que tiene porcentaje en los beneficios, pero cuyas funciones resultan mucho más limitadas que las que implica el concepto europeo del término, ya que él no ha tenido que buscar el dinero y diseñar el filme desde arriba. Estas visitas rápidas tienen una característica común: cuanto más interesante, más inteligente es el personaje a entrevistar, más frustrante resulta la experiencia. Sin embargo, Pollack cuenta cómo se metieron unos cuantos directores en el proyecto antes de que dirigiera él Tootsie. De la película lo que más le interesó fue "lo que podía ocurrir al protagonista cuando descubre a la mujer que lleva dentro y cómo ese hallazgo le hacía convertirse en un ser humano mejor".

La visita a Madrid de Sidney Pollack es un ejemplo de ello, aunque el resultado, la proximidad de un autor -el más personal de cuantos trabajan en USA en estos momentos- no sea, de ningún modo, una experiencia desdeñable.Lo que sucede es que te gustaría quemar las horas cerca de este hombre que ha impuesto siempre, tangencialmente, desde dentro de la industria, su otra visión de América. Entrevistarle así, en manos de la distribuidora que le lleva, le trae y le codifica el tiempo, es como hacer el amor en el vestíbulo de un aeropuerto, entre dos aviones, con alguien que podría convertirse en el hombre de tu vida. No hay opción, sin embargo, salvo la de escoger entre el rígido almuerzo en un restaurante de lujo -almuerzo restringido en principio y, en la realidad, casi multitudinario- y la conferencia de Prensa estándar.

Sidney Pollack es un hombre que sobrepasa en poco la cincuentena, conserva el cuerpo y la mente jóvenes y ofrece un semblante absolutamente irresistible, quizá a cuenta de esa nariz ligeramente aplastada, campesina, y de unos labios afables, que sonríen incluso cuando permanecen rígidos. Antes de empezar el turno de preguntas y respuestas se interesa por la incidencia del cine español, se horroriza ante la inevitabilidad del doblaje al que va a ser sometida su Tootsie y la bondad de los centollos gallegos. Es personaje de respuestas escuetas -más de acción que de reflexión- y le encanta hasta morir que se le coloque la etiqueta de humanista del cine.

Pregunta. Cuénteme la génesis de Tootsie.

Respuesta. Es un guión que estuvo mucho, mucho tiempo detenido, y que sufrió muchas, muchas modificaciones. Dustin Hoffman estaba en ello antes que yo, y, de hecho, metió a unos cuantos directores en el proyecto, pero no funcionaron. Cuando yo lo cogí, era la típica historia de un hombre que se disfraza de mujer y de los equívocos que surgen en torno a esta situación. Lo que a mí me interesaba, sin embargo, es lo que le podía ocurrir a ese hombre cuando descubría a la mujer que llevaba dentro, y cómo ese hallazgo le hacía convertirse en un ser humano mejor.

'La moda andrógina está muy en alza en el cine de mi país'

P. Así que, en definitiva, usted es el padre de Tootsie tal como nos llega a nosotros.R. Sí. La verdad es que en estos momentos la moda andrógina -hombre que se viste de mujer y viceversa- está muy en alza en el cine de mi país, pero lo que a mí me gustaba era profundizar en el tema.

P. Y Hoffman dejó de ser el productor para convertirse sólo en el protagonista.

R. Sí, claro, yo no podía aceptar que el protagonista produjese también. Por eso Hoffman puso a Dick Richards, el director de Adiós, muñeca, que tengo entendido es muy amigo suyo.

P. Dicen que surgieron diferencias entre el actor y usted durante el rodaje.

R. Simples problemas de puntos de vista, que fueron desorbitados por cierta Prensa. Nunca llegó la sangre al río.

P. ¿Y cómo se le ocurrió que un hombre puede mejorar potenciando su parte femenina?

R. Era una idea a explorar. A menudo uno empieza a trabajar en una película llevado de intuiciones, y eso, poco a poco, va tomando forma.

P. ¿Cómo trabajó con Hoffman?

R. Ensayamos durante unos tres meses, comenzando a base de improvisaciones, de modo que él iba encontrando el tipo de mujer que quería interpretar. Yo le hacía preguntas inesperadas, como por ejemplo, qué sentiste la primera vez que un hombre te besó, y él cogía el tema e inventaba. Fue una experiencia apasionante para los dos, y muy divertida.

P. ¿Cómo dieron con el tipo físico de Dorothy Michaels, la mujer en que se convierte Hoffman?

R. Bueno, eso vino muy marcado por el propio aspecto de Dustin, que es hombre de rasgos muy marcados, cuello muy ancho, nariz grande, etcétera. En cuanto al cuerpo, lo fuimos rellenando de acuerdo con unas mínimas normas de equilibrio.

P. Usted es un autor nada habitual en el cine americano. Un autor muy personal, que ha podido colocar en la industria productos tan aparentemente difíciles como Tal como éramos, Jeremiah Johnson, Danzad, danzad, malditos, y Un instante, una vida. ¿Es duro trabajar Siempre cuesta arriba?

'El cine que se lleva es el que ofrece muchos efectos especiales'

R. Sí, lo es, sobre todo en este momento en que el cine que se lleva es el que ofrece muchos efectos especiales y un gran despliegue de medios, tipo E.T., o cualquier película de galaxias. Sin embargo, suelo salir adelante.P. Tal vez porque posee usted la resistencia de fondo del actor que ha sido. A propósito, ¿por qué aceptó hacer un papel en Tootsie, después de tantos años dedicado sólo a la dirección?

R. No se lo creerá, pero fue para que Dustin dejara de darme la lata. Disfruté mucho haciéndolo.

P. Supongo que su experiencia como realizador de TV -de la mejor TV, quiero decir- durante muchos años le ha dado autoridad y experiencia para hacer en Tootsie esa crítica despiadada de la vulgaridad televisiva.

R. Desde luego.

P. También es usted hombre aficionado a dirigir stars. ¿No le resulta muy arduo?

R. La verdad es que trabajo peor con desconocidos. Las estrellas me resultan fáciles, quizá porque el hecho de haber sido actor, y de enseñar todavía interpretación, me hace entenderles bien.

P. Jane Fonda, Robert Redford, Al Pacino y el propio Hoffman le deben algunas de sus mejores películas. Pero volvamos a su cine o, por decirlo de algún modo, al futuro de su cine. ¿Cómo lo ve, precisamente en un momento en que predominan los productos espectaculares?

'Buen año para las películas americanas de corte intimista'

R. Bueno, después de mucho tiempo creo que éste va a ser un buen año para las películas americanas de corte intimista, humanista. A mí no me ha costado hacer un filme como éste. Los seres humanos y las historias que les conciernen vuelven a interesar al público. Y una cosa es verdad. Que una película como Tootsie, de presupuesto relativamente limitado, ha batido las marcas de recaudación de todos los tiempos en la especialidad de comedia, situándose exactamente detrás del monstruoso éxito de E. T. No hace falta ser un portento para adivinar que ésta es una hazaña que a Sidney Pollack le tiene especialmente satisfecho.