Debate clarificador

Quedaron muy pálidos, frente a la contundencia y claridad de sus oponentes, los argumentos esgrimidos por el representante soviético que intervino en el último debate de La clave en favor del Pacto de Varsovia. Se quedó, además, prácticamente solo.En realidad, habría que decir que careció de verdaderos argumentos serios, más allá de simples declaraciones de buena voluntad,y de propósitos desdibujados, para contrarrestar el peso de las alegaciones de otros coloquiantes. Las invocaciones humanitarias y pacifistas de dos de los representantes españoles asistentes le dieron ocasión para insistir en sus objetivos de paz y la necesidad de superar la dialéctica de los dos bloques militares en que se divide el mundo -OTAN y Pacto de Varsovia-, pero todo se difuminaba en declaraciones de buena intención. Ello en contraste con los datos concretos e ilustrativos que aportaron quienes sustentaban la tesis de que la OTAN es una organizacióri puramente defensiva, mientras que el Pacto de Varsovia escondía objetivos ofensivos e imperialistas como soporte de una ideología internacionalista revolucionaria.

El representante de la Organización del Atlántico Norte apoyó toda su argumentación en la diferencia sustancial que existe en el contenido y en la estructura de los dos sistemas políticos y sociales amparados por sus respectivas organizaciones militares. Mientras las decisiones en el bloque occidental se toman de forma democrática, es decir, por Gobiernos democráticos, en los países marxistas del Este, al no existir libertad de opinión ni elecciones libres, la decisión de una agresión al otro bloque puede ser tomada por unos pocos y por sorpresa, en exclusivo beneficio de una clase política que impone dictatorialmente sus criterios desde el control total del poder.

13 de febrero