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El Gobierno israelí acata las recomendaciones de a comisión Kahane sobre las matanzas de palestinos en Sabra y Chatila

El Gobierno israelí decidió a última hora de ayer, por dieciséis votos contra uno, aceptar las recomendaciones de la comisión investigadora sobre las matanzas de Sabra y Chatila, pero no se sabe aún si esta aceptación incluye también la recomendación que aconseja solicitar la dimisión del ministro de Defensa, AHO Sharon. El comunicado oricial no dice ni una palabra a este respecto. En los medios de la oposición laborista se dice que esta aceptación se refiere al conjunto de las recomendaciones porque "otra cosa sería imposible", según un portavoz del partido.

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Una granada de mano arrojada sobre los manifestantes de la organización Paz Ahora en Jerusalén, que se habían concentrado ante la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros -donde se encontraba reunido en aquellos momentos el Gobierno-, provocó un muerto y nueve heridos, uno de ellos de gravedad. Entre los heridos se encuentra Avraham Burg, hijo del ministro del Intbrior; Yosef Burg, y dos policías.Avraham Burg, oficial en la reserva, declaró que la granada era del tipo de las que utiliza el Ejército israelí.

Durante toda la tarde de ayer unos 2.000 manifestantes favorables a Sharon se encontraban en la explanada que se encuentra ante el edificio donde tiene su sede la Presidencia del Consejo de Ministros gritando: "ileguin, Beguin!" y "¡Arik, rey de Israel!" (Arik es el nombre con el que es designado Sharon).

A primeras horas de la tarde varios miles de miembros de la organización Paz Ahora, entre ellos numerosos jóvenes que eran militares en la reserva, se dirigían desde el centro de la ciudad hacia la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros.

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Impasibilidad de la policía

Desde el principio, los manifestantes eran hostigados por grupos de jóvenes histéricos, visiblemente partidarios de Menájem Beguin y de Ariel Sharon, que les increpaban y les atacaban fisicamente a pesar de la presencia de la policía; ésta se encontraba en los alrededores para proteger a los manifestantes, que habían solicitado y obtenido el permiso legal necesario para poder celebrar su concentración.

Un joven manifestante de Paz Ahora fue herido de una pedrada en la cabeza. En el lugar -mismo de la manifestación, ante la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros, en el momento en que los miembros de Paz Ahora comenzaban a dispersarse una granada explosionó ante ellos.

Un militante de esta organización declaró algunos minutos después: "En el momento en que llegué aquí, un guardia de los duros del rabino Kahane" (rabino más ultra todavía que los partidarios de Sharon y de Beguin) "nos increpaba diciéndonos que era nuestra última manifestación sin una granada".

El ministro del Interior, Burg, condenó el trágico acontecimiento, añadiendo que "estas violencias no serán toleradas y haremos todo lo posible para identificar a los culpables".

Un portavoz del partido Tehiya (nacionalista anexionista que tiene un ministro en el Gobierno y que se opone a la dimisión de Sharon) condenó enérgicamente el atentado, calificándolo de acto odioso y añadiendo: "Rogamos para que este acontecimiento trágico no desencadene actitudes pasionales en Israel".

El diputado y líder de la agrupación Mapam, que corresponde a la izquierda laborista, Victor Shemtov declaró: "Esta granada estaba dirigida contra todos nosotros y contra el corazón mismo de la democracia israelí". El diputado laborista Moshe Shahal. reprochó a Beguin su mutismo sobre el asunto: "El silencio del primer ministro no puede ser interpretado más que como'una estimulación para los extremistas".

Propaganda de odio

Por su parte, el diputado laborista Yosi Sarid señaló: "Esta granada estaba preparada desde hace tiempo por las incitacionles y la propaganda de odio difundida por el Likud, la coalición gobernante, que acusa tanto a la derecha como a la izquierda que tiene en la oposición de estar dando navajazos por la espalda a la nación, y la responsabilidad del atentado es suya. Si Sharon no dimite rápidamente y si el Gobierno en pleno, empezando por Beguin, no condena estos actos de violencia se puede dudar de que sea todavía posible salvar la democracia israelí".

Más tarde, saliendo de la reunión del Gobierno, Beguin declaró: "Estoy conmovido por esta tragedia. Lloro sobre el cadáver de ese joven que murió aquí asesinado. La policía busca a los culpables, pero nadie sabe todavia quiénes han sido. No hay, por tanto, que apuntar un dedo acusador hacia nadie. Las investigaciones de la policía serán minuciosas y no concluirán antes de encontrar al o a los culpables".

"Tiempos difíciles"

Menájem Beguin añadió que en Israel se viven "tiempos dificiles y un penoso debate divide al pueblo. No olvidemos, sin embargo, que estamos en un Estado democrático y que Dios nos guarde de emprender el camino de la violencia".

El presidente israelí, Isaac Navon, señaló a su vez: "Quisiera decir a quien lanzó la granada asesina que todo el mundo, entre nosotros, tiene granadas. Sería terrible que comenzásemos a discutir con bombas en las manos haciendo la justicia cada uno por su cuenta y linchando a sus adversarios políticos. Espero que este atentado sea un hecho aislado".

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