Garaikoetxea pide la mediacion de Herri Batasuna para conseguir un alto el fuego de ETA

El presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, realizó ayer un llamamiento público a la coalición nacionalista radical Herri Batasuna (HB) para que asuma en la práctica su papel de intermediaria. De esta petición se desprende un requerimiento tácito a HB para que solicite a ETA el cese de la violencia, a fin de que "la sangre de nuevas víctimas no impida las conversaciones". El lendakari, que insiste en la conveniencia de constituir la polémica mesa para la paz, expuso ayer, en el curso de una conferencia de Prensa celebrada en Vitoria, tres condiciones para que el diálogo, pueda dar comienzo.La necesidad de utilizar vías de diálogo para la búsqueda de soluciones políticas al terrorismo, la configuración de un clima previo de normalidad y el respeto a la libertad y la vida de los ciudadanos son los puntos expuestos por Garaikoetxea como "esenciales" para que sean asumidos por el PNV, PSOE y HB, y la mesa para la paz inicie su andadura el próximo 1 de marzo.

No sólo medidas policiales

Tres días después del trágico atentado,que ETA Militar perpe tró contra el Banco de Vizcaya que se cobró la vida de tres traba jadores, el presidente del Gobier no vasco admite que no resulta fácil enfocar "con la necesaria sere nidad" un plan de pacificación para la comunidad autónoma.

Precisamente porque los últimos actos de violencia han ocasionado profunda conmoción en la población vasca, resaltaba el lendakari que "en estos momentos debemos evitar la tentación de adoptar posturas simples". Iba más allá el presidente del Gobierno vasco cuando descartaba la búsqueda exclusiva de soluciones policiales para aislar al terrorismo. Así, advirtió que, lejos de la autosugestión con que frecuentemente se ha querido pensar que todo estaba listo para una pura solución policial", hay que recordar que "tal vía no es suficiente en Euskadi, y nos sumiría una vez más en una larga e imprevisible cadena de sufrimientos", a la vez que e refería a aquellos grupos cuya labor de hostigamiento permanente supone situar a la población vasca "en un callejón sin salida que sólo causa dolor y ruina".

Desde que se produjo el primer atentado mortal del año, el pasado 3 de febrero, en la localidad guipuzcoana de Ordizia, en la que perdió la vida un guardia civil, se disipaban las perspectivas de configurar la mesa para la paz. Aunque el PSOE se retiró de las conversaciones, el PNV y Herri Batasuna continuaban considerando conve_ niente proseguir con los intentos de diálogo.

Pero las actitudes de los nacionalistas han ido evoluciona- ndo hacia la inflexibilidad, presionados acaso por el PSOE, en torno a la necesidad de pedir un clima estable para poder iniciar las conversaciones. Eran los representantes del PNV los que señalaban que, para el inicio del diálogo, no era indispensable que cesaran los atentados. Sin embargo, el lendakari se mostró ayer muy explícito en sus condiciones, y se dirigió a Herri Batasuna para que ejerza esa función de mediadora ante ETA a fin de que le pida "el cese de la violencia", previamente a las conversaciones. "Es imprescindible que no se produzcan atentados", remachó Garaikoetxea.

Después de haber mantenido contactos informales con los tres partidos convocados -PNV, PSOE y HB-, el presidente del Gobierno vasco dio a conocer las tres condiciones indispensables, en su opinión, para configurar la mesa para la paz:

- Necesidad de utilizar las vías de diálogo para la búsqueda de soluciones políticas que traigan la paz a nuestro pueblo.

- Necesidad de un clima previo de normalidad que haga posible las conversaciones. Bajo este clima se podrían reemprender los contactos conducentes a la constitución de la mesa el día 1 de marzo. La mesa, en su caso, interrumpiría sus sesiones durante la próxima campaña de las elecciones locales.

- El respeto a la libertad y la vida de los ciudadanos es condición esencial para el desarrollo de dichas conversaciones, que no deberían verse obstaculizadas por otras condiciones formales secundarias.

Ante el temor de que el PSOE o HB no acepten, en la práctica, reanudar el diálogo, Carlos Gataikoetxea señaló que, si alguno de los tres interlocutores faltase a la cita, ese diálogo "no tendría sentido, ya que no respondería al propósito que a mí me animó, en un principio, para convocar a la mesa".