Las exportaciones españolas registraron durante el pasado año las peores cifras del último trienio

El ejercicio de 1982 fue el peor del último trienio para las exportaciones españolas. Los ingresos en dólares procedentes de la exportación cayeron un 5% en 1982, según las cifras oficiales de registro de caja que acaban de ultimarse. A este dato, que contrasta con el optimismo de las previsiones realizadas a lo largo del ejercicio, hay que añadir un descenso, en principio, del 4% en el pago en dólares de las importaciones durante 1982. No obstante, este último porcentaje, a juzgar por los fallos contables puestos de manifiesto por el último Boletín Económico del Servicio de Estudios del Banco de España, puede resultar muy superior y provocar una revisión a la baja de las grandes magnitudes económicas de cierre del ejercicio 1982 adelantadas por las autoridades hasta el momento.

El último boletín del Banco de España, aparecido días antes del cierre del Registro de Caja del Sector Exterior, dice que "las exportaciones de mercancías, en el primer semestre del año actual, disminuyeron, en términos reales, un 5,2%, sin elevar a tasa anual, con respecto al semestre inmediatamente precedente". Más adelante añade: "En los meses centrales de 1982 empezaron a detectarse en la exportación síntomas de agotamiento, relacionados, sin duda, con la evolución, cada vez más desfavorable, del comercio mundial. Esta pauta ha continuado durante el tercer trimestre". Y concluye: "En términos de media anual, el crecimiento real de la exportación, en 1982, sería del 2,5%, que, junto con un deflactor estimado para las mismas del 13%, implica una tasa de aumento en pesetas del 16% (-2,6% en dólares)".

Errores contables

Estas cifras, que habría que interpretarlas a la luz de la política cambiaría seguida con la peseta a lo largo del pasado año (se devaluó un 8% venticuatro días antes de finalizar el ejercicio), han quedado superadas por las de cierre del Registro de Caja para el período enero-diciembre de 1982: ingresos por exportaciones, 19.215,4 millones de dólares; pagos por importaciones, 29.724,8 millones de dólares, y saldo de los intercambios de mercancías, -10.509,3 millones de dólares.Estos datos no pueden ser ajenos, sin embargo, a la advertencia introducida a última hora, en forma de pie de página, en el mencionado boletín del Banco de España: "Una vez terminada la redacción de este informe, se ha tenido conocimiento de la posible infravaloración que han registrado, en 1982, las importaciones de productos energéticos, debido a la no contabilización, dentro de las mismas, de las compras de derivados de petróleo obtenidos de crudos que habían entrado en las refinerías españolas para maquilas".

"Los pagos derivados de la compra de dichos productos petrolíferos han sido asignados por la Dirección General de Transacciones Exteriores a un código estadístico, que, aunque la balanza de pagos termina asignando en la balanza comercial -en renglón llamado otras mercancías (neto)-, en la presentación mensual del Registro de Caja se recoge en la balanza de servicios. Este hecho tendría como consecuencia la alteración de los saldos que han sido estimados para ambas balanzas, y -lo que es más importante- atenuaría considerablemente el descenso previsto para las importaciones de productos energéticos".

Todo esto hace que, con una balanza corriente que mejora exiguamente y una entrada mucho menor de capitales, se produzca algo más que una duplicación del déficit en la balanza básica (mercancías, servicios, transferencias y capital a largo plazo) que pasa de 1.610,42 millones de dólares, en 1981, a 3.801,3 millones de dólares en 1982.

La mejoría en la cuenta corriente y en la balanza comercial se debe a la caída en el pago de las importaciones, principalmente energéticas.