Exhortación colectiva del primado de España y varios obispos a los sacerdotes

El cardenal Marcelo González, arzobispo de Toledo y primado de España; los obispos de Cuenca, monseñor Guerra Campos; de Ciudad Real, monseñor Rafael Torija; de Sigüenza-Guadalajara, monseñor Jesús Pla Gandía; de Plasencia, monseñor Antonio Vilaplana, y de Coria-Cáceres, monseñor Jesús Domínguez, pertenecientes todos ellos a la provincia eclesiástica de Toledo, se han pronunciado conjuntamente contra la despenalización del aborto en un documento dirigido a los sacerdotes y educadores de la fe de la citada provincia, a los que se dirigen pidiéndoles "que presten la máxima atención pastoral".

Tras denunciar "la defensa que se hace de la legitimidad del aborto, en determinados casos", los obispos arremeten contra lo que consideran manipulación de la opinión pública y de las conciencias, "todo un abuso de poder que inevitablemente confunde y daña la mente y el corazón de los hombres", hechos son considerados moralmente graves "porque atentan contra la dignidad del ser humano".

Continúa el comunicado exhortando a sus destinatarios a que "viva y encarecidamente expongáis con claridad y sin ambigüedades la doctrina que hay que enseñar en esta materia para así mejor cumplir vuestros deberes pastorales y también los nuestros en la predicación en los templos, en la instrucción a los penitentes en el confesonario, en reuniones de apostolado, en pequeños o grandes grupos, en catequesis y clases de religión, en exhortaciones a hermandades o cofradías, en conferencias a los jóvenes las familias, y particularmente en los colegios y centros de enseñanza de la Iglesia, esforzados para que la confusión que se está fomentando no se adueñe de los espíritus con pretextos falsamente científicos o con consideraciones humanas o sociales que solamente atienden a ciertos aspectos del problema".

Aborto y pena de muerte

El obispo de Orense, Angel Temiño, publicó ayer una pastoral en la que señala "la diferencia sustantiva existente entre el aborto y la pena de muerte decretada para el facineroso", informa Efe."La sensibilidad de algunos", dice el prelado, "se encrespa recordando la pena de muerte para los perpetradores de máximos crímenes en la sociedad y se lamentan de que los que condenan el aborto no condenan con el mismo calor la pena de muerte del criminal. En el primer caso se trata de una persona plenamente inocente. En el segundo, damos por supuesto que nos hallamos en presencia de un insigne malhechor".

Temiño cita al Papa en el sentido de que "nada dijo de la pena de muerte del criminal. Queda patente y manifiesto que no se pueden calificar de la misma manera". Más adelante añade el obispo de Orense que "los que legalmente fueran declarados reos de muerte por crímenes serían contadísimos, mientras que a los que amparase la ley de dar muerte en el aborto serían millares. Las garantías que se pueden ofrecer en la condenación de un criminal de obrar con seriedad son muy grandes, mientras que en los abortos, por sunaturaleza, las falsas apreciaciones han de ser, al menos, frecuentes".