Controversia en Bilbao por la recomendación de los arquitectos de desalojar siete colegios
A la inquietud sembrada entre los padres de los escolares bilbaínos por una nota en la que el Colegio de Arquitectos Vasconavarro recomendaba el desalojo de siete colegios de la villa, en los que cursan estudios cerca de 7.000 niños, hasta que se realicen trabajos urgentes, de reparación, se ha unido el desconcierto producido por una réplica de la Consejería de Educación del Gobierno vasco, en la que se considera innecesario dicho desalojo y se comunica que el mismo arquitecto que en su día dirigió las obras de los centros en los que han aparecido las deficiencias de construcción ha sido encargado de la reparación, que costará 54 millones de pesetas.
Las escuelas afectadas, todas, ellas correspondientes a barrios periféricos de Bilbao, fueron construidas entre 1972 y 1973 en virtud de un "plan de urgencia escolar de Bilbao y provincias" que venía a completar las realizaciones acometidas en el período 1966-1971. Dicho plan contemplaba la construcción, en un plazo de seis meses, de veintisiete centros de EGB y 33 centros de Educación Preescolar. Las nuevas escuelas, que en principio debían ser entregadas antes del 15 de septiembre de 1972, no estuvieron listas en su totalidad hasta fines del año siguiente. Las obras fueron financiadas por el Ministerio de Educación sobre solares cedidos por el Ayuntamiento.Siete años después, en mayo de 1980, la sección de edificios municipales del Ayuntamiento de Bilbao hacía público un informe en el que se advertía de la necesidad de proceder a realizar obras de reparación en trece centros escolares. La aparición de grietas en alguno de ellos había sido ya advertida y de hecho la Consejería de Educación del Gobierno vasco aprobó a fines del año pasado un plan global de reparación de las escuelas, construidas diez años antes, al haber observado que las fisuras y grietas en la estructura de las edificaciones eran similares en todos los centros.
Así estaban las cosas cuando el pasado día 28, y coincidiendo con la huelga de maestros que afecta durante las últimas semanas a la enseñanza vizcaína, el Colegio Vasconavarro de Arquitectos enviaba a los directores de siete centros de Bilbao una nota advirtiendo haber detectado "una serie de fisuras en los pórticos exteriores de las fachadas que hacen aconsejable que el edificio no se utilice en tanto no se resuelva el problema".
Al parecer, el hecho mismo de la huelga habría influido en la iniciativa del Colegio de Arquitectos, cuyos técnicos estiman que la vuelta a las aulas tras un período en el que las estructuras de los edificios no habían soportado esa carga podría agravar la situación.
El recuerdo de Ortuella
Por su parte, la Consejería vasca de Educación ha considerado "improcedente" la nota del Colegio de Arquitectos Vasconavarro, a la que considera "no avaladá por documentación alguna que la justifique". De todas formas, y ante la alarma suscitada por la recomendación -no hay que olvidar que la sensibilidad sobre la seguridad de los centros escolares es en Vizcaya muy acusada desde la catástrofe de Ortuella, en octubre de 1980-, la consejería ha decidido adelantar las obras de reparación previstas, cuya adjudicación será realizada por vía de urgencia en un plazo máximo de quince días.Esta decisión fue adoptada tras una reunión celebrada el martes pasado y en la que técnicos representantes del Gobierno vasco y de una empresa de ingeniería que realizó recientemente un estudio de resistencia de los edificios concluyeron afirmando que Ias fisuras deben repararse, si bien esta reparación puede efectuarse con las medidas de seguridad normales en la zona de actuación, sin desalojo de los centros".
Sin embargo, la adjudicación por vía de urgencia precisa una decisión en tal sentido firmada por el alcalde de Bilbao, Jon Castañares, quien hasta el momento no se ha pronunciado sobre la cuestión. El concejal socialista José Luis Ibáñez informó ayer de su decisión de convocar urgentemente la Comisión de Obras y Servicios que él mismo preside. A dicha comisión serán invitados a asistir el arquitecto municipal, el secretario del Colegio de Arquitectos y el arquitecto responsable de las obras de 197273.
Con motivo del intercambio de notas contradictorias, se ha sabido que el proyecto realizado al final de 1982 sobre reparación de los centros fue encargado al arquitecto Fernando Olabarría, que fue precisamente quien firmó las obras realizadas hace diez años. El proyecto de reparación, que probablemente será encargado al propio Olabarría, supondrá un desembolso de 54 millones de pesetas.
Ya en 1973 el Ayuntamiento advirtió defectos en la obra entregada -defectos relativos tanto al remate de las obras mismas como a la urbanización de sus entornos, prevista en los planes iniciales-, por lo que la corporación municipal no ha llegado nunca a aceptar oficialmente el recibido, que implicaría hacerse cargo del mantenimiento y conservación de las escuelas en cuestión.
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