Escuredo niega que se margine a Huelva de la conmemoración del descubrimiento de América

El presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, ha denunciado la existencia de una campaña, por parte de sectores de la derecha de Huelva, sobre la supuesta intención del Gobierno autónomo andaluz de marginar a esta provincia de los actos conmemorativos del quinto centenario del descubrimiento de América. "Ha habido electoralismo, precipitación y trampa sobre este tema", aseguró ayer Rafael Escuredo, en el transcurso de un encuentro de trabajo con los veintiún alcaldes de los municipios costeros de Huelva y Cádiz.El origen de esta campaña -que, según fuentes oficiosas, patrocina el presidente de la Diputación onubense- se halla en las declaraciones efectuadas por el propio Escuredo al programa televisivo 300 millones, asegurando que en 1992 Sevilla sería la capital de las Américas.

Estas manifestaciones fueron interpretadas en algunos sectores políticos y sociales como un propósito deliberado de marginar a Palos de: la Frontera y Huelva en la organización del quinto centenario. Interpretaciones semejantes se hicieron en Cádiz y Granada.

El presidente andaluz afirmó rotundamente que sus declaraciones a RTVE estaban referidas a la exposición universal de 1992, que se hará en Sevilla por expresa iniciativa del Rey de España, y que los actos conmemorativos del descubrimiento de América eran una cuestión distinta, sobre la que no hay nada decidido. "Palos de la Frontera y Huelva tendrán un protagonismo decisivo en esta efemérides, porque nosotros no vamos a hacerle ninguna trampa a la Historia. Y esto vale también para los ciudadanos de Granada o de Cádiz", precisó.

Polémica carretera Cádiz-Huelva

Durante la reunión con los alcaldes, éstos plantearon a Escuredo y a tres consejeros de la Junta de Andalucía los problemas de sus poblaciones, todas ellas turísticas, en materia de infraestructura sanitaria, seguridad, acampadas y comunicaciones.Sobre el tema de las comunicaciones, cabe destacar las constantes referencias de los alcaldes a la necesidad de construir una carretera que comunique las dos provincias, las únicas de España que, siendo limítrofes, no están enlazadas por vía terrestre.

Tal carretera ha sido objeto de constantes polémicas en los últimos años, ya que un primer trazado, que fue proyectado siguiendo la línea de la costa, provocó innumerables protestas, ante los perjuicios que podría causar al Parque Nacional de Doñana en uno de sus tramos.

Rafael Escuredo declaró textualmente que "la carretera hay que hacerla, aunque con un trazado interior y no por el litoral"; si bien el consejero de Política Territorial, Jaime Montaner, se lamentó de la escasez de recursos para emprender una obra de esta envergadura, con un coste inicial calculado en unos 4.200 millones de pesetas.