Los parlamentos regionales tratan de concretar su potestad legislativa
El presidente del Parlamento vasco, Juan José Pujana, planteó la necesidad de que se considere a las asambleas legislativas autónomas como parte de un único poder legislativo del Estado y, por tanto, con auténtica potestad legislativa, en el curso de la Primera Convocatoria Nacional de Parlamentos Regionales, clausurada ayer en Cartagena con la presencia de la secretaria de Estado para las Autonomías, María Izquierdo, y el presidente del Senado, José Federico de Carvajal.
Los presidentes de los parlamentos catalán y vasco, en las intervenciones que han tenido en las dos jornadas, se habían mostrado interesados en concretar la naturaleza misma de la cámara legislativa autónoma. Juan José Pujana se había referido al tema en la primera sesión y volvió a suscitarlo ayer. Para el presidente del Parlamento vasco debe evitarse la consolidación de la imagen popular de que las cámaras legislativas autónomas son parlamentos de segundo orden.En este sentido manifestó su opinión de que los parlamentos autónomos deben ser considerados parte de un único poder legislativo del Estado y reconocérseles auténtica potestad legislativa -en paridad con las Cortes Generales- en lo que se refiere al ámbito de sus competencias exclusivas y en materia de las que, conservando el Estado la legislación de bases, el desarrollo compete a las comunidades autónomas.
Este planteamiento es para Juan José Pujana la consagración de la descentralización administrativa, política y de soberanía, que debe sustentar el principio de autogobierno, fundamental sustento del Estado de las autonomías.
La figura del suplicatorio
Pujana planteó también, con respecto a la naturaleza de los parlamentos autónomos, la necesidad de que sus miembros cuenten con idénticos derechos a los que se reconoce a los miembros de las Cortes Generales en lo referente a las prerrogativas de inmunidad e inviolabilidad. Reivindicó, por ello, la existencia de la figura del suplicatorio como defensa del derecho de inviolabilidad de los parlamentarios autónomos, en pie de igualdad con diputados y senadores. La obligatoriedad de la concesión de un suplicatorio por parte de la Cámara autónoma para que se pueda procesar a uno de sus miembros por delito no está contemplada ni en la Constitución ni en los estatutos. Los diputados de los parlamentos autónomos pueden ser juzgados por el tribunal superior de justicia de la comunidad autónoma -no constituido todavía en Cataluña ni Euskadi- o por el Tribunal Supremo.
Recordó Juan José Pujana cómo el Parlamento vasco aprobó hace dos años y medio una ley en la que se establecía la figura del suplicatorio para sus diputados, ley que fue remitida, de acuerdo con la capacidad de iniciativa legislativa de la Cámara, a las Cortes Generales para su tramitación. La ley fue recurrida por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional, que dictaminó su inconstitucionalidad. Pujana señaló que la ley ha quedado olvidada en el Parlamento por esta circunstancia, cuando debiera haber seguido su tramitación normal.
Coincidió con la exposición de Pujana el oficial mayor del Parlamento catalán, Ismael E. Pitarch, quien, en clara sintonía con el presidente Heribert Barrera, que en ese momento moderaba el debate, señaló que los parlamentos autónomos son órganos constitucionales del Estado con poder político propio para dictar leyes. Apoyó también el derecho de los parlamentarios autónomos de no ser procesados sin un suplicatorio de su cámara, y en ese sentido señaló que ello puede materializarse, sin necesidad de que se reforme la Constitución, por medio de una simple ley de las Cortes Generales.
Compartían estos criterios de forma tácita los representantes de los parlamentos gallego y navarro, en tanto que no fueron motivo especial de atención ni debate por parte de quienes pertenecían a las restantes asambleas legislativas de las restantes comunidades autónomas presentes.
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