El nuevo Codigo de Derecho Canónico, calificado como más pastoral y menos rígido

Ayer, a las 12.30 horas, el papa Juan Pablo II firmó, con una pluma de oca blanca, la Constitución apostólica Sacrae Disciplinae Leges, con la cual se proclama oficialmente el nuevo Código de Derecho Canónico para la Iglesia católica de rito latino.

En la conferencia de Prensa para presentar el nuevo texto, que estará en las librerías a finales de mes y en latín, quedó claro que lo más importante de todo es que las nuevas leyes canónicas de la Iglesia han sufrido positivamente el influjo del concilio y que están todas ellas impregnadas de un espíritu nuevo, es decir, se trata de un código más pastoral y con una tendencia general más que a la rigidez, a la caridad, humanidad, temperancia y moderación. Y se pide que en adelante en la Iglesia más que los castigos se usen la convinción y la persuasión.El código es más breve que el anterior. Tiene sólo 1.917 cánones, mientras que el de 1927 tenía 2.414. Entrará en vigor el 27 de noviembre próximo.

El acto solemne tuvo lugar en la sala del consistorio y estuvieron presentes el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli; el sustituto de la Secretaría de Estado, el arzobispo español Eduardo Martínez Somalo, el prefecto del Santo Oficio, cardenal Joseph Ratzinger, y un grupo de personalidades más del campo eclesiástico y seglar que habían participado en la preparación de las nuevas leyes de la Iglesia.

Ver, pero no tocar

El Papa firmó tres ejemplares de la Constitución apostólica y otros tres del nuevo Código Canónico. Uno reservado para él y que será encerrado en la caja de caudales privada del Pontífice. Otro, para el archivo secreto de la Secretaría de Estado, y el tercero, para la pontifica comisión de revisión del código. Las dos primeras copias estaban encuadernadas con cubierta blanca y la tercera en rojo.Uno de los ejemplares blancos recién firmados por el papa Juan Pablo II fue mostrado minutos después a los periodistas presentes en la sala de Prensa del Vaticano por el portavoz del Papa, padre Romeo Paciroli, como una reliquia. Se pudo sólo ver sin tocar. El director de la sala de Prensa la tenía en sus manos, protegida por un folio de papel blanco para que no se ensuciara. Se trataba del ejemplar reservado el archivo secreto de la Secretaría de Estado.

El Papa no hizo discurso alguno. Este lo hará el 3 de febrero, día en que, como anunció él mismo, tendrá lugar en la sala de las bendicioners una ceremonia especial para conmemorar este importante acontecimiento del nuevo Código de Derecho Canónico. Al acto estará presente también todo el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. Los embajadores recibirán de manos del Papa un ejemplar, en latín, del nuevo código.

En esta obra, cuyos trabajos han durado casi veinte años, han participado 105 cardenales, 77 entre arzobispos y obispos, 73 sacerdotes y,17 religiosos, tres monjas y doce seglares. Estuvieron respresentados cinco continentes y 31 naciones.

Enfoque más abierto y más sencillo

Las novedades mayores se pueden advertir enseguida, no sólo en lo que concierne al espíritu nuevo que anima toda la nueva legislación de la Iglesia católica, sino al nuevo enfoque, más positivo, más sencillo, más abierto y más conciliar en temas como el del matrimonio, los seglares, los procesos en la Iglesia y las sanciones. Se llega a decir que no es necesario que sea castigada toda transgresión y que, de cualquier modo, antes de llegar al castigo será necesario emplear todos los otros medios a disposición. Por primera vez se admite el derecho a la buena fama y también por vez primera se usa el término de opinión pública dentro de la Iglesia. Junto a los deberes de los creyentes se habla y ampliamente de sus derechos.