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Bruno Kreisky,

canciller de la República de Austria, ha anunciado que sus próximos viajes al extranjero los hará a pecho descubierto, sin ningún tipo de escolta policial. Así ha reaccionado el viejo líder socialista a las acusaciones de la oposición de causar muchos gastos al Estado con los viajes a su residencia particular en Mallorca. El partido conservador (OEVP) ha llegado a aconsejar a Kreisky que tome ejemplo del emperador Francisco José, que pasaba sus vacaciones ahorrando divisas en la pequeña localidad austriaca de Bad Isclil. A la pregunta de un parlamentario conservador sobre cuánto había costado a las arcas del Estado el viaje navideño a la isla balear del canciller y su ministro de Finanzas, Kreisky volvió a hacer gala de su fama de viejo zorro en la política, desvelando que él había pagado de su propio bolsillo su viaje y el de su escolta. El ministro de Finanzas, Herbert Salcher, también había corrido con los gastos de su desplazamiento a la isla mediterránea. A pesar de su perfecta finta, que hizo enmudecer a la oposición, el canciller se indignó por lo que calificó de "mezquindad de unos señores que veranean en las Seychelles y se molestan porque yo veranee en Mallorca como miles de pensionistas", y escribió una carta al ministro del Interior de su Gobierno, Erwin Lanc, manifestando su intención de prescindir de escolta policial en sus próximos viajes al exterior. El ministro del Interior contestó a Kreisky que su renuncia a escolta no podía ser tomada en cuenta por su Ministerio, "ya que tiene la obligación de velar por la seguridad de todos los ciudadanos austriacos, incluido el ciudadano Bruno Kreisky". Mallorca, según las primeras páginas de los diarios vieneses de los últimos días, se ha convertido en el grito de guerra de los partidos de la oposición austriaca, ya que fue allí donde el canciller y el ministro de Finanzas elaboraron los nuevos impuestos que el Gobierno socialista piensa implantar si renueva su mandato en las próximas elecciones. Los conservadores y liberales se oponen rotundamente al paquete fiscal mallorquín y acusan al Gobierno de "despilfarrar el dinero de los contribuyentes".

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