No cesa el desconcierto en los mercados de valores norteamericanos

El optimismo con que los inversores norteamericanos acogieron el nuevo año va disipándose poco a poco. La confianza en una pronta recuperación de la .economía norteamericana va diluyéndose a bastante velocidad y la realidad es que los últimos indicativos son poco esperanzadores. Destaca entre ellos el del producto nacional bruto, con un declive del 2,5% en el cuarto trimestre de 1982. Entre tanto, el secretario de Comercio afirma que hay que disponerse a ver la balanza comercial de 1983 con un déficit de 60.000 a 80.000 millones de dólares, un tercio o casi el doble más que los 44.000 millones de la balanza comercial, negativa, de 1982.Algo más optimista, el presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, manifestó que el escenario está dispuesto para una recuperación económica, pero insistió en que la condición necesaria para que se produzca este fenómeno es que genere una reducción del déficit presupuestario. Los expertos económicos norteamericanos insisten en señalar que difícilmente se va a poder compaginar este objetivo con la insistencia de Reagan en recortar un 10% en los impuestos.

Menos impuestos equivalen siempre a un incremento en el déficit y, por tanto, a una mayor necesidad de recurrir al empréstito. Si el capital ahorrado se encamina hacia los préstamos al Gobierno, menos dinero quedará para la inversión en el sector privado y, como consecuencia -continúan afirmando los expertos-, se alejan las posibilidades de provocar una reactivación económica.

Además, hay que considerar que los compradores de deuda pública procurarán que sus préstamos les representen unos rendimientos lo más altos posible, y con ello se generará `de alguna forma una resistencia a la baja en los tipos de interés.

En tales condiciones, poco va a poder bajar el precio del dinero, y el hecho es que cada vez se va hablando menos de una inmediata reducción de la tasa de descuento. Por otra parte, el dólar está mostrando en los últimos días nuevos rasgos de. firmeza, con lo que estas tesis cobrarían especial fuerza.

Se han esfumado aquellas alegrías alcistas que hace apenas ,diez días llevaban el Dow Jones (índice que aglutina a los valores industriales más representativos de la Bolsa neoyorquina) hasta el nivel de los 1.100 puntos. El víernes 21, cuando la sesión de Wall Street iba promediada, el popular índice de los valores industriales se hallaba en 1.057,12. Mucha diferencia en tan pocos días para que pueda hablarse de un mero reajuste técnico.