El presidente portugués anunciará hoy su decisión para resolver la crisis
El presidente portugués, Antonio Ramalho Eanes, cerró ayer, tras las entrevistas celebradas con las delegaciones de todos los partidos políticos representados en el Parlamento y la segunda reunión del Consejo di Estado en el plazo de una semana, todos los trámites legales antes de pronunciarse sobre una solución a la crisis política.
El anuncio de la decisión final del presidente -aceptación del nombramiento de Vitor Crespo como primer ministro o disolución del Parlamento y convocatoria de elecciones anticipadases- es esperado para hoy.Para hoy también se espera la publicación de las deliberaciones del Consejo de Estado, cuya difusión es constitucionalmente obligatoria, si bien el jefe del Estado puede tomar una resolución que no coincida con la opinión de la mayoría de los consejeros.
En principio, los defensores de la formación del Gobierno de Vitor Pereira Crespo cuentan ahora con un voto suplementario en el Consejo de Estado, gracias la presencia del dirigente democristiano Basilio Horta, que el Centro Democrático Social (CDS) indicó el miércoles para sustituir a Diego Freitas do Amaral, dimisionarío de todos los cargos que ocupaba como presidente del segundo partido de la mayoría.
Sin embargo, la situación política portuguesa es actualmente tan confusa que no se puede reducir el dilema que se les plantea tanto al Consejo de Estado como al presidente Eanes a una simple alternativa.
Dos ejemplos
Para citar tan sólo dos ejemplos, el presidente socialdemócrata del Gobierno autonómico de Madera, Alberto Joâo Jardim, es contrario a la celebración de elecciones generales a corto plazo, pero no apoya tampoco la formación del Gobierno presidido por Vitor Crespo, y anunció públicamente ayer que retiraba su apoyo político al presidente del Partido Social Demócrata (PSD), Francisco Pinto Balsemáo.En cambio, Mario Soares, secretario general del Partido Socialista portugués, que exige la convocatoria de elecciones anticipadas, admite la necesidad de resolver previamente una serie de problemas urgentes, como la aprobación de los presupuestos del Estado, lo que implica la existencia de un Gobierno de transición.
A su vez, el presidente Eanes no parece dispuesto a asumir toda la responsabilidad de los actos de un Gobierno constituido al margen de los socialistas, según el cual debe ser anunciada en primer lugar la disolución del Parlamento para discutir después la composición y la forma del Gobierno provisional encargado de dirigir los asuntos públicos hasta las elecciones.
La cuestión de saber cuál es el Gobierno a formar en caso de no disolución, o de aplazamiento de la disolución del Parlamento, es en este momento el verdadero centro de la crisis portuguesa.
Es opinión unánime en Lisboa que entre los dirigentes políticos existe el más amplio consenso acerca de la necesidad de convocar elecciones anticipadas en 1983, consenso que incluye las asociaciones patronales, los sindicatos, los partidos de oposición y también los principales líderes de los dos mayores partidos de la mayoría, Pinto Balsemáo, para el PSD, y Basilio Horta, para el CDS.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.