El caos italiano

Es una semana decisiva la que se inicia en Italia para el Gobierno constituido, hace apenas mes y medio, por Fanfani. A las disensiones que se agravan en, el seno de la mayoría entre la Democracia Cristiana y el polo laico (partidos socialistas, socialdemócratas y liberal) se agrega una agitación social que culminará con una huelga general el 18 de enero. Esta huelga precederá a la última jornada de negociaciones entre sindicatos y patronato para intentar llegar a un acuerdo sobre la escala móvil de salarios. ( ... )Dividido entre su base sindical y una dirección política que, aunque de mala gana, se ha comprometido en el seno del Gobierno con la política de austeridad, el partido socialista intenta establecer distancias atacando a la vez a los democristianos y al partido comunista, enemigo principal del programa económico del Gobierno.

Las disensiones son grandes dentro del movimiento sindical. ( ... )

Por primera vez en la historia del movimiento social italiano, la huelga general será muda, sin mítines ni discursos. Signo de la autocensura que se imponen los dirigentes obreros para disimular las polémicas. (...)

Por otra parte, se ha creado una separación estos últimos tiempos entre las direcciones y una base descontenta, víctima de la inflación, del paro, amenazada por la no renovación de los contratos de trabajo en caso de ausencia de acuerdo con los patronos y al que se anuncia un aumento de los impuestos y de las cargas fiscales.

, 18 de enero