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Los sindicatos de policía piden la promulgación de la ley de Fuerzas de Seguridad

Los sindicatos de policía reivindican, de forma prioritaria y urgente, a los responsables de la Administración la rápida promulgación de una ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, donde se contemple el marco legal de actuación de estos cuerpos, cuyas competencias consideran ahora no suficientemente aclaradas. Asimismo piden la reforma del vigente y arcaico Reglamento Orgánico de la Policía, donde todavía se mantiene la jura de los Principios Nacionales del Movimiento, aunque no se practique en la realidad. También reclaman un aumento de sueldo, el cobro de un plus real por incompatibilidad -por este concepto la policía cobra alrededor de 3.000 pesetas al mes- y la formación universitaria del cuerpo.

Meses antes de la muerte del general Franco ya existía un movimiento clandestino que preparaba la creación de un sindicato de policía. En 1976 el movimiento comenzó a coordinarse y se cristalizó en 1978, formándose la Asociación Profesional del Cuerpo General de Policía, que aglutinó a todos los sectores del cuerpo. La asociación estuvo organizada en su primera fase en torno a hombres pertenecientes a la desaparecida Brigada Político Social, como José Sainz, actualmente jubilado; Carlos Cabrerizo, ahora comisario de policía de San Sebastián, y Manuel Reverte, en estos momentos portavoz del recientemente creado Sindicato de Comisarios.En el año 1979 la asociación cambió de denominación y se convirtió en el Sindicato Profesional de Funcionarios del Cuerpo Superior de Policía (SPP), y a finales de este año pasó a ser su presidente Pablo Sánchez, quien se ha mantenido hasta ahora en el cargo. En ese año, algunos miembros del SPP, como el propio Modesto García, se escindieron del mismo y crearon su propio sindicato. Tras la muerte de dos policías en Irún, el sindicato profesional hizo público un manifiesto -el famoso Dolorosamente hartos- en el que se hacía una dura crítica de las instituciones democráticas, y esto fue la causa de la escisión y de la inmediata creación de la Unión Sindical de Policías (USP), en la que ha sido reelegido recientemente como secretario general Modesto García.

A partir de esos momentos, el Sindicato Profesional se convirtió en el aparato ligado estrechamente a los hombres de las brigadas de Información y a la Administración -Martín Villa era ministro del Interior-, y la Unión Sindical fue el órgano de la oposición, especialmente concentrada en el PSOE.

Ahora, tras serias discrepancias entre ambos sindicatos, sus líneas pueden volver a unirse. Sus reivindicaciones son, en la mayoría, coincidentes y ya han existido contactos entre responsables de ambos órganos.

Plantillas

La plantilla actual del Cuerpo Superior de Policía asciende a 9.930 personas. De ellas 100 son comisarios principales, 650 comisarios, 1.500 subcomisarios.y el resto se reparte entre inspectores de primera, de segunda y de tercera. La Policía Nacional cuenta con 50.000 miembros y la Guardia Civil con 60.000. El Sindicato Profesional de Policía tiene actualmente 5.400 afiliados y la Unión Sindical unos 900. La USP, por su parte, ha creado la Unión Sindical de Policía Municipal y se encuentra en proceso de abrir las secciones sindicales de auxiliares de seguridad y de administrativos de seguridad.El SPP considera urgente y prioritaria la promulgación de la ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, donde se incluya la unificación de la Policía Nacional yel Cuerpo Superior, y cuyo proyecto, según fuentes de este sindicato, pretende ser llevado al Congreso de los Diputados por los responsables del Ministerio del Interior antes del próximo verano. El nuevo Gobierno preparará un nuevo borrador, aunque es posible que se utilice, en parte, el creado por el anterior Gabinete de UCD, considerado, en su momento, "regresivo" por los sindicatos.

Asimismo, el SPP reclama la reforma del actual Reglamento Orgánico de la Policía y espera que la nueva reglamentación recoja la inmovilidad del destino, la plena defensa jurídica del funcionario, la reducción de la jornada de trabajo y la reducción de escalas. En el ámbito sindical y económico, el SPP pretende que se reconozca el derecho a la huelga de los funcionarios, la regulación del derecho de sindicación, el cobro de una compensación real por las incompatibilidades, el complemento de destino y las gratificaciones de brigada.

Representantes del SPP consultados por este periódico han manifestado que el pago actual por las incompatibilidades es "ridículo" -unas 3.000 pesetas al mes- y que, como mínimo, reivindican veinticuatro horas de descanso semanal, ya que "la irregularidad del horario policial actual es absoluta". Asimismo piden que se regularicen las facilidades de desplazamiento, "ya que antes no se permitía salir a los funcionarios de la demarca ción que tenían asignada".

En estos momentos, diferentes sectores del SPP están manteniendo una dura lucha por el control del sindicato, cuyo resul tado se cristalizará en el próximo congreso nacional, que se celebrará a finales de febrero en Fuengirola. Por una parte se en cuentra el aparato actual, cuyo responsable es Pablo Sánchez; otro sector está encabezado por Manuel Novas, actual presidente de la región de Madrid, y hay otra fracción que cuenta con am plia fuerza en la región valenciana, dirigida por Pérez Amat, quien tiene buenas relaciones con el actual director general de la Policía, Rafael del Río, desde que éste estuviera como jefe superior de Valencia.

La USP, en seguimiento crítico al nuevo Gobierno

Por su parte, el secretario general de la USP, Modesto García, explicó a este periódico qué, además de las reivindicaciones fundamentales, en las que coinciden ambos sindicatos, la Unión Sindical reclama el carácter civil de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, una subida salarial entre el 12% y el 15 %, la jornada laboral de 35 horas semanales, la existencia de una Escuela de Policía única para todos los cuerpos y la regularización de la participación de los sindicatos en las decisiones de la Administración que afecten al trabajo de los profesionales. Por otra parte, existe un movimiento de coordinación de cara a la creación del sindicato de la Policía Nacional, cuerpo que en la actualidad no tiene derecho de sindicación.Modesto García manifestó que "la USP mantendrá una línea de seguimiento crítico al nuevo Gobierno, y esperamos que este año sea decisivo para la normalización sindical de los funcionarios de policía y que el nuevo Gobierno cumpla lo que ha prometido". En cuanto al recientemente creado Sindicato de Comisarios, añadió que "ha nacido como una fuerza frente al cambio, en vez de por el cambio".

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