La difícil sucesión

La dimisión anunciada no anteayer, sino desde el verano pasado, del rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo Raúl Morodo, deja abierta la puerta a una difícil sucesión al frente de la citada institución Para muchos, incluidos los más cercanos colaboradores del rector, éste debería haber cumplido el año que le quedaba de mandato, dando tiempo a una sustitu ción no apresurada. Morodo ha preferido cumplir con lo que dijo en la primavera de 1980, poco después de ser nombrado recto por el Gobierno de Adolfo Suárez, y que volvería a repetir el pasado verano: su decidida volun tad de abandonar el rectorado de UIMP antes de que se cumplie sen los cuatro años para los que fue nombrado.

Desde Cantabria, la sucesión del polémico y controvertido rector adquiere importancia capital dado el papel preferente, por razones históricas, pero también prácticas, de que goza la sed santanderina del palacio de la Magdalena. Acalladas las críticas demagógicas y oportunistas de la pasada primavera, modificados, aunque levemente, los controvertidos artículos de los estatutos de la UIMP, convencidas lasfuerzas vivas cántabras de la inexistencia de maniobras ocultas que supuestamente pretendían la marginación de Santander, tras los cursos de verano de 1982, mayores en número e importancia que los de ediciones anteriores, y unido todo ello al cambio profundo de la correlación de fuerzas políticas en la región con la victoria socialista en las pasadas elecciones legislativas, estaba creado un marco mucho más favorable para acometer la realización de los cursos del próximo verano.

Sin embargo, Raúl Morodo, que a pesar de haber sido nombrado por un Gobierno de UCD tenía, en el ámbito de Cantabria, su más firme apoyo en las filas socialistas, y no en las centristas, hecho que sin duda fue determinante de las numerosas zancadillas sufridas por el equipo rector, ha cumplido con la promesa hecha de abandonar el cargo. De los dirigentes locales de Unión de Centro Democrático que desde los medios de comunicación que dominaban la Prensa cántabra lanzaron campaña tras campaña contra el rector de la UIMP, poco o nada queda ya en el panorama político cántabro. Por eso nadie descartó, a pesar de la negativa rotunda a seguir de Morodo, que la combinación de presiones y peticiones del Gobierno socialista le hicieran reconsiderar su postura.

No ha sido así y la próxima semana Raúl Morodo presentará oficialmente su dimisión al ministro de Educación -y Ciencia, José María Maravall, en la que le seguirá la gran mayoría de su equipo, con la única excepción de los hombres ocupados de la gerencia.

A partir de ese momento se abrirá una difícil sucesión, dado el alto listón en cuanto a la calidad y cantidad de las actividades que imprimió a la UIMP Morodo en los tres últimos años.