Buen suspense, poca imaginación
En Blow Up, Michelangelo Antonioni reflexionó sobre la verdad y su apariencia narrando las vicisitudes de un fotógrafo que descubría en su laboratorio privado la realidad de un crimen invisible que, por azar, retrató.Sobre el mismo proyecto dramático ha construido ahora Brian de Palma su Blow out que, aunque rebautizada en España como Impacto, remite claramente en su título y su argumento a la obra del director italiano.
Las comparaciones entre ambas películas se agotan, sin embargo, en ese homenaje. Porque aunque De Palma explica cómo un técnico de sonido ha grabado por casualidad el impacto del disparo que asesina a un candidato a gobernador, las peripecias de su aventura no quieren acercarse a una reflexión similar a la de Antonioni sino limitarse sólo a una película de suspense.
Impacto
Guión y dirección: Brian de Palma. Fotografía: Vilmos Zsigmond Música: Pino Donaggio. Decorados: Paul Sylbert. Intérpretes: John Travolta, Naney Allen. Norteamericana 1982. Suspense. Locales de estreno Rex, Minicine 2.
La experiencia técnica de Brian de Palma logra que ese suspense tenga, en algunos pasajes de la película, una excelente traducción. La. angustia del sonidista, que se siente perseguido por los misteriosos asesinos, se reflejan en situaciones sólidas, bien construidas, hasta originales en algún momento.
Baste señalar como ejemplo la secuencia en que descubre que todas sus grabaciones han sido borradas por algún desconocido: La habilidad en mover la cámara y la correcta aplicación de la banda de sonido la convierten en es una secuencia que puede emocionar a los espectadores adictos al género.
Esa misma experiencia profesional es también, por el contrario, la condena de Brian de Palma al limitarle a un espectáculo de tan escasa ambición. Recordando alguno de sus antiguos títulos, y muy especialmente El fantasma del paraíso, su obra más importante hasta el momento, parece que el propio De Palma ha creido lo que la publicidad dice de él al considerarle el único heredero de Alfred Hitchock.
Cualquier película de suspense remite, por costumbre, a la clásica habilidad de aquel mago, pero fuera de él caben todavía numerosas variantes e incluso películas de mayor envergadura de las que hizo. Que De Palma no lo pretenda, aún pudiendo hacerlo, limitará su trabajo futuro.
Impacto es, al margen de tantas comparaciones, una película que se contempla con interés, aunque sea fácil olvidarla en poco tiempo. Su progresión dramática es inversa a la que se espera. La importancia de sus secuencias va decayendo según avanza la película. Y ello, debido precisamente a la necesidad de respetar ciertas normas del suspense. Los momentos finales de Impacto, de gran espectacularidad, coinciden en filmar lo que otras películas ya han hecho reservando para lo último sus decorados más brillantes. Respetando el tópico, De Palma no utiliza toda su imaginación.
John Travolta interpreta al atormentado técnico. Es un actor de rara contextura física que no facilita la comunicación con el espectador. Está empeñado, de cualquier forma, en hacernos olvidar su famoso personaje de Fiebre del sábado noche. Lo logra con dignidad pero no alcanza una interpretación suficientemente seria como para reemplazar un mito por otro.
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