Fernández Albor reivindica un trato de nacionalidad histórica para Galicia, en igualdad con Cataluña y el País Vasco

El conflicto suscitado entre las autoridades de la Xunta de Galicia y el Gobierno español por el tema de las transferencias quedó ayer solventado tras la entrevista que por espacio de dos horas mantuvieron en el palacio de la Moncloa el presidente del Gobierno, Felipe González, y Gerardo Fernández Albor, presidente del Gobierno gallego. Así lo confirmó este último, quien mostró su satisfacción porque el presidente González le ha asegurado que Galicia tendrá la consideración y el trato de nacionalidad histórica, en pie de igualdad con Cataluña y Euskadi.

"El conflicto suscitado entre la Xunta y el Gobierno español no era tanto de fechas y plazos de transferencias, sino de conseguir que el Gobierno subrayase esa condición de nacionalidad histórica de Galicia que sólo tres comunidades autónomas tienen reconocida. Felipe González siempre le dio esa consideración a Galicia, y estoy seguro de que ahora se la va a dar su Gobierno y que todo ese lío que se ha armado con las transferencias y la racionalización de las autonomías va a servir para darnos lo que nos corresponde. No era lógico que se nos aplicara a nosotros una racionalización distinta que al resto de las comunidades históricas".Con respecto al calendario de transferencias, Fernández Albor indicó que no se había hablado de plazos, sino de actitudes. "Se trata de relanzar las transferencias, de trabajar intensamente y no perder ya el ritmo, para que cuanto antes nuestra comunidad goce de todas las competencias que le confiere su Estatuto".

Fernández Albor señaló que el paquete de transferencias para Galicia que, con fecha de 1 de enero, según estaba establecido entre la Xunta y la anterior Administración, debía de haber sido aprobado, lo será el próximo mes de abril.

En el curso de la entrevista, Fernández Albor planteó a Felipe González una serie de problemas que tiene planteados hoy la comunidad autónoma de Galicia, como la marginación, que en su opinión, sufre aquélla, problemas ecónómicos y especialmente el futuro de la agricultura y de la pesca. En este sentido, el presidente de la Xunta repitió a los informadores, en un tono entre admirado y gozoso, que Felipe González había paralizado por unos minutos la entrevista para llamar desde allí mismo al ministro de Agricultura y solucionar el problema planteado a la flota del puerto de Marín, que hasta ayer mismo estaba amarrada. Fernández Albor indicó que este problema estaba solucionado. Con respecto también a la situación del sector pesquero gallego, Fernández Albor manifestó que había coincidido con el presidente del Gobierno en la necesidad de que se busquen nuevos caladeros y de imponer una "nueva autoridad" para que no se esquilme la riqueza de las costas gallegas. A este respecto, el presidente de la Xunta reveló que, tanto él como Felipe González, habían analizado la posibilidad de que se cree una policía autonómica del mar para Galicia.

En medios de Presidencia del Gobierno no pasó desapercibido, y en consecuencia se escucharon algunos comentarios poco favorables, al hecho de que Jordi Pujol y Fernández Albor se presentaran en la Moncloa con sus coches oficiales portando el banderín de sus comunidades autónomas, cuando tal distinción está contemplada para el territorio de sus respectivas comunidades, siendo lo lógico que cuando viajen fuera de ellas acompañen tal banderín local junto al de la bandera española.