Hassan II pretende reconciliarse con los socialistas marroquíes antes de las próximas elecciones
El rey Hassan II recibió el miércoles en Marrakech, a solas, durante más de media hora y por primera vez desde los cruentos incidentes de Casablanca de junio de 1981, al líder de la oposición socialista, Abderrahim Buabid, en lo que parece ser el inicio de la normalización de la vida política.
Aunque poco se sabe aún del contenido de la conversación entre el soberano y el líder de la USFP, la entrevista en sí constituye sin duda un primer paso importante para la creación de un clima interno distendido, fundamental cuando Marruecos está en vísperas de unas elecciones generales que deben comenzar, en principio, el mes de marzo próximo.
Esta entrevista había sido previamente preparada en una visita del consejero real Reda Guedira a Abderrahim Buabid el pasado 9 de diciembre y en posteriores contactos entre estos dos hombres. Los socialistas marroquíes habían estimado que la liberación de los líderes del sindicato Central Democrática de Trabajadores (CDT), socialista, detenidos desde junio de 198 1, y la autorización a reaparecer a la Prensa socialista, clausurada desde la misma fecha, facilitarían el entendimiento entre el monarca y la oposición, aunque obviamente no hacían de ello una condición para dialogair con el rey.
Precisamente, este último aspecto no parece haber sido tratado directamente entre el rey Hassan Il y Abderrahim Buabid, aunque se espera que el Gobierno marroquí levante todas las restricciones que todavía pesan sobre la USFP, tal como el propio rey Hassan II anunció ya el ex presidente Leopoldo Senghor, quien le visitó en diciembre pasado.
Ninguna fecha definitiva ha sido anunciada aún oficialmente para las próximas elecciones generales -la decisión corresponde al rey Hassan II-, pero la Administración marroquí recibió ya instrucciones de tomar disposiciones para que las elecciones comunales, municipales y profesionales, que preceden a las legislativas, comiencen en marzo.
Un censo difícil
Dos problemas importantes parecen impedir por el momento que se fije la fecha de los comicios. La primera de ellas tiene que ver con los resultados del censo sociológico y de población -el más completo de los llevados a cabo hasta ahora en la historia de Marruecos-, realizado durante el mes de septiembre del año pasado, y cuyos resultados finales sólo serán conocidos a fines de febrero.Algunos anticipos, celosamente guardados por la Administración, parecen arrojar resultados verdaderamente sorprendentes. La población marroquí ha pasado, según se cree, desde dieciocho millones de personas en el censo último de 1970 hasta treinta millones que, al parecer, arroja el censo de 1982. Estas y otras cifras obligarán a la Administración a una nueva delimitación de las circunscripciones electorales y' a una reevaluación del número de representantes.
La otra dificultad está relacionada con la esperanza que muestran en estos días los medios oficiales marroquíes de que se pueda llevar a cabo este año el referéndum. en el Sahara previsto por los acuerdos de la cumbre de Nairobi de 1981. Si esto fuese así, como parece creerse en Rabat, las elecciones generales sufrirían un retraso; ya que, de celebrarse, y dado que tendrían que *incluir al Sahara, podrían interpretarse como una manera marroquí de prejuzgar sobre los resultados del citado referéndum.
En cualquier caso, todas las fuerzas políticas marroquíes se preparan ya para las elecciones. La creación por el primer ministro, Maati Buabid, de un nuevo partido político, que competirá con la USFP de Abderrahim Buabid por el calificativo de socialista, ha suscitado reacciones negativas entre los partidos que sufrirán las consecuencias de esta nueva creación. Fundamentalmente, el Istiqlal, del ministro de Asuntos Exteriores, M'Hamed Bucetta. También se quejan el reciente Partido Nacional Democrático y, sobre todo, el ya muy debilitado RNI -independientes-, del ex primer, ministro y cuñado del rey Ahmed Osman, para el cual puede significar la muerte definitiva.
Mientras los socialistas de Abderrahim Buabid aún no han decididido, si. participarán o no, -para decidirlo reunirán próximamente a su comité central-, a la izquierda de ellos también concurrirá a las elecciones una Organización de Acción Democrática Popular que creará en los próximos días la organización marxista 23 de Marzo, que hasta ahora competía en colaboración y dentro del electorado socialista.
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