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González de Chávez no seguirá al frente de la reforma de la asistencia psiquiátrica en Sevilla

La diputación provincial de Sevilla no renovará su contrato al doctor Manuel González de Chávez, presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, como director de los servicios psiquiátricos de la corporación y principal impulsor de la reforma de esta asistencia en la provincia. Así lo decidió el pleno de la diputación con los votos favorables del PSOE y UCD y la oposición del PCE, poniendo fin a una gestión caracterizada por la innovación y la polémica.Socialistas y centristas ofrecieron la posibilidad de prorrogar el contrato sólo hasta el final del mandato de la actual corporación, oferta que ha sido rechazada por González de Chávez, quien la contrapone a las contrataciones por períodos de cuatro a diez años que vienen realizando otras diputaciones gobernadas por el PSOE. Según ha sabido EL PAIS, Manuel González ha solicitado su reincorporación a la jefatura del Servicio de Psiquiatría del Hospital Provincial de Madrid, cuya titularidad abandonó temporalmente al trasladarse a Sevilla.

La reforma, iniciada en febrero de 1981, ha sido ejecutada en un período de tiempo menor que en cualquier otro lugar de España, según medios psiquiátricos independientes, que subrayan cómo el doctor González de Chávez ha sido invitado a explicar la experiencia sevillana por las diputaciones de Vizcaya y Barcelona. Básicamente, ha consistido en la liquidación de las concepciones tradicionales y la puesta en marcha de un programa de rehabilitación y reinserción social, de gran gran impacto popular en la organización de las fiestas del Hospital Psiquiátrico de Miraflores. Bajo el lema Salta la tapia, han producido el acercamiento y la convivencia entre el enfermo mental y la sociedad sevillana.

La apertura del Club Social, la organización de consultas en los ambulatorios, las guardias psiquiátricas, la conversión del hospital en centro docente, además de asistencial, y el inicio de un estudio epidemiológico sobre los trastornos mentales en la provincia son los aspectos positivos que el propio González de Chávez destaca de su labor. "Además, hemos duplicado el personal técnico y ahorrado horas extraordinarias por valor de 70 millones de pesetas", declaró.

Sin embargo, la puesta en práctica de esta política reformadora ha contado desde el principio con el rechazo de la derecha ideológica y política y la resistencia de diversos sectores profesionales. Los diputados de UCD se mostraron siempre en contra de la actuación de Manuel González, antiguo militante del PCE, al igual que el director del Hospital de Miraflores, Julio Antonio Guija quien, finalmente, ha sido expedientado por sus faltas; no justificadas.

La oposición al presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría ha llegado incluso a la instancia judicial. El colegio de médicos de Sevilla denunció a Manuel González por presunto ejercicio ilegal de la medicina. Alega el citado colegio profesional que aquél no está colegiado en la provincia de Sevilla, lo que lo inhabilita para dirigir los servicios psiquiátricos de la diputación y, más aún, para ejercitar la medicina en el Hospital de Miraflores.

El PCE ha defendido habitualmente la actuación de su ex militante. "Es inadmisible el trato piufesional e, incluso humano que se le ha dado", ha declarado Javier Aristu, vicepresidente de la Diputación, agregando que "no se puede hacer una reforma eliminando a los reformadores".

Para el grupo mayoritario, el PSOE, la personalidad polémica de Manuel González aparece como determinante de su decisión de no renovarle el contrato, aún sin poner en duda la validez de la reforma promovida.

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