El separatismo corso
( ... ) El Gobierno no yerra al decir que su política de descentralización no es más que un primer paso, un cuadro en el que debe inscribirse un esfuerzo continuo de reforma. Pero ese cuadro volará en astillas si las violencias persisten, estimuladas de hecho por algunos aprendices de brujo, que dan más valor a los pequeños juegos políticos locales antes que al interés nacional. Desde ese punto de vista es deseable que se produzca también en las filas de la oposición política. (...)5 de enero
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