Sacerdotes navarros han renunciado en un año a diez millones de pesetas en sueldos
Las diócesis de Pamplona y Tudela recaudaron diez millones de pesetas, aproximadamente, por renuncia expresa de más de trescientos sacerdotes a percibir en todo o en parte los sueldos que tienen asignados, según los datos que aparecen publicados en el último número del boletín oficial de las mencionadas diócesis.El presupuesto de la administración central diocesana de Navarra para 1982 fue de 340 millones de pesetas, de los que 285 se destinaron al pago de las nóminas del clero, cada una de las cuales se eleva a 30.500 pesetas mensuales.
La devolución voluntaria de un importante número de estas nóminas han supuesto unos ingresos adicionales de más de diez millones de pesetas.
La mayor parte de los ingresos de estas diócesis proceden del fondo común interdiocesano de la Conferencia Episcopal española, aportaciones de los fieles a través de las parroquias -treinta millones- y rentas del capital diocesano -veintidós millones-.
Acompaña a estos datos una carta del arzobispo de Pamplona y Tudela, José María Cirarda, quien comenta que ante el nuevo año le preocupa en el aspecto económico cuestiones fundamentales como mantener la nómina de los sacerdotes "en la cuantía, siempre creciente, del salario mínimo interprofesional", y dar pasos decididos hacia la autofinanciación.
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