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El mensaje del Rey

( ... ) Los discursos preparados para la Pascua Militar por el Rey y el ministro de Defensa dan especial actualidad a las tres grandes instituciones que confluyen en la tradicional festividad: Rey, Gobierno y Ejército. Y nos atrevemos a decir que marcan un paso más en el descubrimiento por el Gobierno socialista de las otras dos instituciones.En puridad se podría decir que el descubrimiento de la Corona por el partido socialista, que le ha llevado desde su anterior republicanismo al acatamiento -que creemos sincero y sin reservasde la institución monárquica, se inició en aquella madrugada del 24 de febrero, que, al mismo tiempo que revelaba la intervención decisiva del Rey en la salvación de la democracia, disipaba cualquier duda que se hubiese podido aún sustentar. Pero nos parece que la experiencia del contacto cotidiano desde la responsabilidad del Gobierno ha agregado una nueva dimensión de profundidad al descubrimiento de lo que sigráfica esa institución colocada, como ha recordado su titular, por encima de las contingencias electorales, puesto que su utilidad como órgano permanente de unidad y arbitraje deriva de que está asentada en el plebiscito de la historia, en el sufragio universal de los siglos.

Creemos que algo por el estilo se puede decir de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. La experiencia de estos años, y especialmente la dramática jornada evocada, ha revelado el alto grado de profesionalización de quienes con su disciplinada sumisión hicieron posible la transición desde un régimen autoritario a otro de democracia. Junto a este suceso se podía prever que su actitud sería la misma ante el cambio de Gobierno producido como consecuencia de las elecciones del 28 de octubre

Hablamos de este doble descubrimiento no en desdoro de dichos gobernantes, sino en su alabanza. El presidente del Gobierno ante la División Acorazada, el ministro del Interior en el País Vasco y ahora el de Defensa han estado simplemente donde procedía que estuviesen, pero donde acaso no se habría podido concebir hace sólo unos meses. En cuanto a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, siempre hemos sostenido que para mantenerse sin crispación dentro de los límites que la Constitución les marca -y que son los que garantizan la libertad de la nación, tal como les ha recordado el Rey- les basta saberse bien mandadas y que son respetados los valores fundamentales que ellas respetan. A eso se reduce, en definitiva, el tan traído y llevado problema militar, cuyas causas deben, buscarse fuera del Ejército más que dentro de él. Por lo que al Rey respecta, ha estado donde es acostumbrado encontrarle: exactamente donde debe estar.

, 6 de enero

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